La situación en el barrio del Raval de Barcelona y más concretamente a la parte más próxima al mar, el Raval Sud, hace semanas que es explosiva. A problemas genéricos extensibles en toda la ciudad, como la suciedad y el incivismo, en esta zona se suma la inseguridad y la ocupación de pisos para convertirlos en lugares de venta de droga o narcopisos muy superior a otras zonas y lo que hay que añadir un elemento más de generación de problemas de convivencia, la presencia de la sala de venopunción del Baluard, mal denominada narcosala. Todos estos elementos han hartado al vecindario que este jueves por la noche ha salido a la calle para decir basta a todo eso, y también a los responsables de toda esta problemática, el gobierno municipal y especialmente la alcaldesa, Ada Colau.

 

Más de doscientas personas se han sumado al llamamiento hecho por entidades del Raval Sud para hacer una protesta coral contra todos los problemas que "matan al barrio". Entre pancartas de 'El Raval no es un centro de venopunción', 'Queremos más eficacia policial' o 'Queremos disfrutar de nuestros parques y jardines' los manifestantes se han concentrado con un ataúd y una jeringa gigantesca para protestar por la situación actual. Carlos Martínez, vocal de la Associació de Veïns del Raval, oportunamente vestido de cura para oficiar una especie de entierro del Raval, ha asegurado que "no puede ser que se normalice el consumo de drogas en la vía pública".

Por eso mismo, Martínez ha reclamado "soluciones integrales" porque toda la problemática no se soluciona "con más presencia policial puntual en el barrio". Otro vecino, Jorge Fernández, ha declarado que la concentración resumía "el descontento de los vecinos" y ha lamentado "el estado de impotencia en que vive el vecindario" ante situaciones "surrealistas y grotescas". La lectura del manifiesto, a cargo de una representante vecinal, ha concretado las quejas en los principales problemas: la falta de seguridad, el polo de atracción de drogadictos, la suciedad, la ocupación y el fracaso de las políticas dinamizadoras del comercio.

Pequeño momento de tensión

Es por eso mismo que entre otros gritos no han faltado los de 'Fuera Colau', entre otros contra la "narcosala", los "narcopisos" e incluso los "puteros", otra de las lacras de la zona. La manifestación, que se ha congregado en la avenida Drassanes delante de la sala de venopunción del Baluard se ha dirigido pacíficamente hasta el Paral·lel, donde han cortado la avenida. Con tono, ha habido un pequeño momento de tensión cuando uno de los usuarios de la sala de venopunción se ha dirigido con actitud agresiva hacia los manifestantes, pero ha sido parado por los mismos voluntarios de la sala, que han hecho entrar al interior a los usuarios que en aquel momento había fuera mientras agentes de la Guàrdia Urbana aseguraban la separación con los manifestantes.