En torno a 200.000 ratas viven en el alcantarillado de la ciudad de Barcelona, según un estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), el primero de estas características que se hace en una ciudad española, que advierte que estos animales pueden transmitir enfermedades infecciosas a humanos.

La ASPB acaba de presentar las conclusiones del primer censo de ratas de cloaca en una gran ciudad en España, que también es uno de los primeros en Europa, en el marco del proyecto BCNRats, que pretende conocer y ponderar los riesgos asociados a las ratas para establecer estrategias de vigilancia y control.

La metodología que los técnicos del ASPB y de la empresa Lokímica han utilizado para el recuento consiste en dividir los más de 900 kilómetros de red de alcantarillado visitable de la ciudad en tramos de 90 metros y colocar en cada una de estas secciones 30 trampas de captura, que revisaron durante cuatro noches consecutivas.

El estudio, que se llevó a cabo entre diciembre del 2016 y noviembre del 2017 y cuyos resultados se han presentado en la sesión científica mensual de junio del ASPB, ha evidenciado una media de 11,24 ratas capturadas en cada tramo, lo que resulta en una estimación de 106.739 ratas, como mínimo, en la red visitable del alcantarillado, que asciende a más de 200.000 si consideramos la red no visitable.

No obstante, la técnica de control de plagas del ASPB, Sandra Franco, ha alertado de que "la red no visitable tiene unas características diferentes de la visitable y eso dificulta la extrapolación".

Según el responsable del servicio de Vigilancia y Control de Plagas Urbanas del ASPB, Víctor Peracho, en 2014 hubo un incremento "considerable" de roedores en la capital catalana ―un 24% con respecto al año anterior― que atribuye a una "explosión demográfica cíclica de la especie".

Un segundo estudio del ASPB ha probado que el número de conexiones de los sumideros favorecen la incidencia de las ratas de cloaca, ya que "suponen una aportación de alimento, agua, refugio y punto de salida al exterior".

Franco ha añadido que "cuanto más densidad de población y más estrecha sea la calle, más roedores tendrán tendencia a concentrarse y estos también buscan espacios con áreas verdes, ya que son su hábitat natural, porque la cloaca sólo es un refugio".

"De momento, estos factores identificados no son eliminables y hace falta investigar más", ha reconocido Franco, quien ha recordado que el próximo estudio lo dedicarán al censo de ratas en superficie.

La ASPB también ha comprobado que las ratas que habitan en las alcantarillas de Barcelona no son resistentes a rodenticidas (unos pesticidas que se utilizan para matar roedores), lo que no pasa en algunas poblaciones de Europa, EE.UU. y Canadá, donde estos animales están modificando su genotipo por un posible abuso de este raticida.

Sobre el potencial zoonótico de los roedores, la ASPB, en colaboración con el Hospital Clínic y la Universitat de València, ha encontrado una prevalencia del 59% de la bacteria Listeria y del 71% de la Escherichia coli en una muestra de 212 roedores.

"Eso es una bestialidad. Hay pocos estudios que observen con una muestra suficiente grande unas prevalencias de agentes zoonóticos tan elevadas", ha declarado el biólogo del ASPB, Tomás Montalvo, que ha dirigido el estudio.

De las 16 bacterias zoonóticas (que se pueden transmitir a humanos) detectadas en las ratas de muestra, las bacterias Campylobacter y Salmonel·la se encontraron en los niveles más bajos, con una prevalencia del 7% cada una, y Yersinia enterocolitica y Leptospira interrogans en niveles "moderados", con el 18 y 12%, respectivamente.

Otro dato sorprendente del estudio es la alta prevalencia del protozoo Leishmania infantum ―del 33,3%― en los ejemplares del alcantarillado, ya que, según Montalvo, "las ratas son un reservorio poco común para este patógeno".

Además, más del 40% de las ratas analizadas presentaban resistencia a los antibióticos cefalosporinas y quinolonas, los más utilizados para combatir enfermedades infecciosas.

Un 85% de las muestras analizadas estaban infectadas por diez especies diferentes de parásitos, según el biólogo, quien ha destacado que "cinco de estas especies eran zoonóticas y dos han sido detectadas por primera vez en toda Europa", por lo cual el ASPB ha publicado el estudio en el Rodenticide Resistance Action Commitee.

"Muchas enfermedades que transmiten las ratas son zoonóticas y pueden afectar a la salud de las personas, pero todavía no tenemos evidencia directa de ninguna enfermedad que se haya transmitido por el contacto estrecho con ratas", ha concluido Montalvo.