La polémica abierta esta semana por la iniciativa del gobierno de Ada Colau de poner La Victoria de Frederic Marès y una estatua ecuestre de Franco en pleno centro de la plaça del Born no ha dejado indiferente a nadie. Quim Torra (Blanes, 1962) fue el primer director de El Born Centre de Cultura y Memòria y estuvo al frente de este espacio durante más de dos años. Él tiene claro que no habría permitido exhibir estas estatuas. También fue presidente de Òmnium Cultural los meses de traspaso entre la presidencia de Muriel Casals y las elecciones que harían a Jordi Cuixart presidente de la entidad. Abogado, escritor y editor, Torra es de ideas firmes y está convencido de que la independencia es "irreversible" y de que, en todo caso, el procés sólo lo pueden frenar los catalanes.

¿Como director del Born Centre Cultural hubiera permitido una exposición como ésta?

En estas condiciones con estatuas fuera de la plaça del Born, no. Nosotros hemos hablado sobre el franquismo, los fusilamientos y hemos celebrado muchos actos sobre este tema, pero yo no habría permitido la exhibición pública de Franco en la plaça del Born.

Han salido muchos comentarios, como el de Empar Moliner, en que se lamentaba de que los ultras aprovecharían la ocasión para fotografiarse con la estatua ecuestre del dictador.

Gente como los de la Amical de Mauthausen o asociaciones de investigación de desaparecidos se sienten ofendidas por las estatuas y a esta gente se los tiene que escuchar en primer lugar. El 20 de noviembre, en Òmnium celebramos un acto para reivindicar la impunidad de los crímenes del franquismo, lo hicimos ante la Modelo.

Así sí que queda contextualizado...

Si se quiere denunciar y se quiere contextualizar, ¿por qué no ponemos las estatuas de Franco ante la Capitanía Militar? Cuando vas viendo ciertas declaraciones del entorno de los comunes o Iniciativa, como el señor [Ricard] Vinyes, te das cuenta de qué, en definitiva, una cierta izquierda no acaba de aceptar los hechos de 1714 como parte de su memoria y lo dicen explícitamente.

¿Qué hay detrás de todo eso?

Está un poco la clave de todo, de una cierta urticaria que a cierta izquierda le producen los hechos directamente relacionados con la soberanía catalana. Mientras haya luchas y clases sociales por en medio, perfecto, pero si se trata de hechos que afectan a la nación, a la soberanía, no los asumen como propios de la memoria histórica.

Una cierta izquierda no acaba de aceptar los hechos de 1714 como parte de su memoria y lo dicen explícitamente

El jueves, Gerardo Pisarello decía en RAC1 que la exposición "es una manera de fortalecer el Born".

Insisto. Hay dos hechos primordiales en la historia de Catalunya. En 1714 y en 1939 por el intento de genocidio fascista. ¿Por qué no se puede dedicar el Born al 1714 y, por ejemplo, la Modelo a hacer un museo de la topografía del horror como en muchos países que han pasado por el fascismo o por el comunismo han hecho? Vamos a explicar el drama de la Guerra Civil y del genocidio contra Catalunya en la Modelo, en la comisaría de la Via Laietana... Me parecería bastante más lógico.

¿Cada oveja con su pareja?

¿Esto [que preparan] es para fortalecer el Born, o para diluir el apartado directamente relacionado con la pérdida de la soberanía de los catalanes en 1714? Si realmente es para sumar, encantados, pero se puede sospechar que detrás de todo ello está la voluntad de desnaturalizar y de diluir unos hechos tan importantes como son la pérdida de la soberanía de los catalanes. Tiene gracia cuando te dicen que 'no forma parte de mi memoria'.

Se trata la memoria histórica de Catalunya...

Oye, ¿la destrucción y la muerte de las instituciones catalanas y la cultura catalana, hay gente que, como catalanes, no lo ven parte de su memoria histórica? Ya me dirás qué debe ser parte de su memoria histórica. Ayer, algunos decían que eso es una lucha por la hegemonía política. Quizás hay un intento de construir una nueva hegemonía política con una determinada memoria histórica. Excluir trozos de la memoria histórica porque no me gustan, me parece hacerse un flaco favor a la memoria histórica de todos.

Vamos a explicar el drama de la Guerra Civil y del genocidio contra Catalunya en la Modelo, en la comisaría de Via Laietana... Me parecería bastante más lógico

¿La diferencia está en ubicar las estatuas fuera en la calle o hacerlo dentro de una instalación?

Esto, que en una de las salas de exposiciones se haga una de denuncia del franquismo, me parece perfecto, pero en la calle con las asociaciones en contra porque se sienten heridas, pido un punto de sentido común y que lo reconsideren.

Eso es como si uno de nosotros se marcha ahora a Alemania y hay una exposición sobre el nazismo con una estatua de Hitler en medio de la calle, pero no lo sabemos. Quizás pensaríamos que es una frivolidad?

Es más, yo animaría al Ajuntament a no quedarse aquí, y a no hacer sólo una exposición. Enfrentémonos al horror que supuso el fascismo y que lo puedan saber nuestros hijos y las escuelas. Pero que se explique bien allí dónde pasaron las cosas. Explicamos qué fue la represión, pero en un edificio como la Modelo. Claro que es puede organizar en el Born y me parece muy bien, pero me da miedo que todo ello sirva para desnaturalizar los hechos y diluir el mensaje del Born.

Este año, los actos institucionales del 11-S se celebrarán en el Born.

Me parece lógico, porque el Born ha ido cogiendo una idea de símbolo y de lugar emblemático por los hechos que pasaron directamente allí. Si quieres denunciar los hechos del franquismo, hazlo allí donde pasaron, todo tiene su espacio, ¡aprovechémoslos!

Si quieres denunciar los hechos del franquismo, hazlo allí donde pasaron, todo tiene su espacio, ¡aprovechémoslos!

¿Aparte de todo eso, en un momento como el que vivimos donde hay ideas totalmente polarizadas, qué representará que estas estatuas estén en medio de la plaça del Born?

Hay una izquierda que considera que el hecho nacional es una cosa que le repele y que considera que es cosa de la burguesía, y ahora tiende a rechazarla. Además, ha asociado los hechos de 1714 a un hecho nacional y, por lo tanto, debe considerar que todo eso, no tiene la importancia que tienen otros hechos. Es un gravísimo error y es no entender qué pasó en 1714 y tener una visión españocéntrica de las cosas. El Ajuntament retiró el busto de Juan Carlos de la sala de plenos, pero en cambio no votaron en contra de considerar a Felipe VI persona 'non grata'.

¿Cree que se contradicen?

Hasta que los comunes no apuesten de manera clara, definida y rotunda por la República, los otros gestos son pura galería.

¿Estos gestos, pueden empequeñecer el procés ante el Gobierno del PP?

Es este aspecto de performances. Esta semana también hemos sabido que tenemos el espacio del Camp de la Bota, donde fusilaron a más de 2.000 personas, y tendría que ser un lugar perfectamente ordenado, limpio, explicado y donde las escuelas vean qué supuso el franquismo. Olvidamos lo que realmente es trabajar por la memoria histórica.

¿Está Catalunya ya en los últimos 100 metros -cómo titula su último libro- del procés?

Estamos, ya hemos empezado a correrlos. Yo soy muy optimista. Por quinto año consecutivo demostraremos este 11-S, la enorme fortaleza que tiene el procés independentista y estoy seguro de que este septiembre, con todo lo que pasará, nos ayudará a encarar los últimos 100 metros, que es el mandato democrático.

El hecho de que no haya gobierno en España, ¿condiciona de alguna manera el procés?

Lo que se está demostrando es la importancia de los partidos catalanes hoy en día en Madrid para boicotear la formación de gobiernos españoles y, por lo tanto, la punta de lanza que ello supone para evitar el normal funcionamiento del Estado español. A mí eso me parece perfecto y si vamos a unas terceras, cuartas y quintas elecciones me parecerá igual de bien.

Se está demostrando la importancia de los partidos catalanes en Madrid para boicotear la formación de gobiernos españoles y la punta de lanza que ello supone para evitar el normal funcionamiento del Estado

En el libro dice que "la independencia es irreversible".

Ya es demasiado grande. El Estado español tenía una oportunidad hace tres o cuatro años, que era convocar un referéndum que, seguramente, habrían ganado. En el punto donde estamos ahora, la independencia es irreversible porque ha crecido demasiado, hay demasiada gente comprometida, es demasiado transversal, es demasiado potente y contra este discurso no se ha sido capaz de presentar nada. No hay nada que pueda parar la independencia de Catalunya, excepto los propios catalanes.

¿Qué quiere decir?

Ahora tenemos que ser absolutamente coherentes con lo que nos propusimos, ni un paso atrás, y el desacato y la desobediencia serán importantísimos, y la fuerza de la movilización del pueblo de Catalunya será la clave.

¿Se tiene que desobedecer todavía más?

Entiendo que después de la declaración del 9-N del 2014, y de las conclusiones del procés constituent, estamos en otro escenario. Ya no estamos en la fase de protestar, sino de no cooperar con el Estado español. Eso nos lleva, inevitablemente, al juego de legalidades y legitimidades que sucederá en menos de 12 meses.