El activista cultural Xavier Marcé no será finalmente el nuevo comisionado de cultura tal como trascendió el viernes pasado. El que tenía que ser uno de los fichajes que marcaría la entrada del PSC en el gobierno municipal de Barcelona finalmente quedará en el primer retroceso de Jaume Collboni en los pocos días que han pasado desde el pacto con Barcelona en Comú.

La intención del PSC era hacer que Marcé relevara a la actual comisionada, Berta Sureda, y se convirtiera así en la mano derecha en temas culturales de Collboni, que dentro de su nuevo cargo de segundo teniente de alcalde tendrá atribuciones en Empresa, Innovación y Cultura.

Ahora bien, el nombre de Marcé, vinculado a la administración pública en tiempos del primer tripartito a la Generalitat como director general del Instituto Catalán de Industrias Culturales y que actualmente es vicepresidente de la productora teatral Focus y presidente de la patronal del sector, Adetca, no ha gustado en Barcelona en Comú, que a pesar del preacuerdo firmado el viernes -pendiente todavía de ratificación a los dos partidos-, se ha visto lo bastante capaz de oponerse al nombramiento y ha salido en defensa de la actual comisionada de Cultura, Berta Sureda.

En este contexto, Collboni ha optado por retroceder y no hacer ningún gesto que pueda hacer peligrar la ratificación del acuerdo por parte de las bases de BComú y ha descartado el nombre de Marcé con la voluntad favorecer que a lo largo de esta semana los 14.000 afiliados de Barcelona en común y los 1.500 del PSC ratifiquen el acuerdo que permite la entrada de los socialistas en el ayuntamiento.

Cultura, el vacío de BComú

El trasfondo de la cuestión se encuentra en las críticas que suscita el nombre de Marcé en los sectores culturales de la ciudad, pero al mismo tiempo descubre uno de los vacíos más significativos del gobierno municipal desde que Ada Colau accedió a la alcaldía, la inexistencia de una concejalía específica de Cultura, un hecho que se explica en la magra victoria de BComú en las elecciones de mayo del 2015, que sólo les otorgó once concejales, insuficientes para cubrir todas las concejalías que históricamente había habido en la Casa Gran.

De hecho, el cargo de concejal de Cultura, que finalmente asumirá el mismo Collboni, podía tener el valor de moneda de cambio de BComú en las negociaciones que a lo largo de todo este año con Colau de alcaldesa se han llevado a término tanto con el PSC como con ERC para ampliar el gobierno municipal. Hasta el momento, la comisionada de Cultura dependía del tercer teniente de alcalde, Jaume Asens, que de esta manera tenía atribuciones en cultura, a la espera de que la entrada de un socio de gobierno pudiera desencallar la situación. Por ello, una vez aprobado el preacuerdo, no se descarta que Collboni ponga otro nombre sobre la mesa, e incluso proponer a Marcé para otro cargo en el ayuntamiento.