Seis millones de euros. Este es el dinero que TMB se ha gastado en limpiar pintadas de los trenes que conforman el servicio de metro. Lo ha explicado Laia Bonet, presidenta de TMB y concejala del Ayuntamiento de Barcelona, en una visita a la zona de lavado de pintadas en la estación de Hospital de Bellvitge, en uno de los extremos de la Línea 1 del servicio, que, con la L4, es la más afectada por estos actos vandálicos. En 2021 se puso en marcha un plan antigrafitis y, desde entonces, se ha reducido un 80% la superficie dañada, pero la concejala ha reconocido que las pintadas son todavía un quebradero de cabeza, por el coste que supone limpiarlas y también por las afectaciones en el servicio, ya que los trenes se tienen que retirar para hacerlos limpios. “Limpiar un tren entero puede dejarlo fuera de servicio una jornada y esto no nos lo podemos permitir”, ha señalado Bonet ante los periodistas.

En 2024, se vieron afectados 350 trenes (este año, de momento, 220), prácticamente uno cada día, y los vandalizados no pueden circular. Para eliminar un metro cuadrado de pintadas, son necesarios 20 minutos de trabajo y, por lo tanto, un tren que ha sido vandalizado entero, desaparece durante todo un día. “No estamos hablando de bromas ni de gamberradas, estamos hablando realmente de una afectación en el día a día de cientos de miles de personas”, ha espetado la presidenta de TMB. A pesar de estos gastos, también hay datos positivos desde que se puso en marcha el plan en 2021, ya que si en 2020 se vandalizaron 50.000 metros cuadrados, este 2025, cuando falta un mes para que acabe el año, la cifra se encuentra por debajo de los 10.000 metros cuadrados. Bonet también ha explicado que las intrusiones de grafiteros el año pasado provocaron paradas de circulación en el metro que sumadas llegaban a las seis horas y que este año la cifra se ha reducido a las 3 horas y 20 minutos.

Más sanciones para los vándalos

A pesar de que se está avanzando en la buena dirección con la reducción de trenes vandalizados y, por tanto, también de dinero que se dedica a limpiarlos, todavía hay mucho margen de mejora y para conseguirlo, desde el ayuntamiento y TMB creen que la fórmula es incrementar las sanciones. "Hacen falta medidas disuasorias" ha avisado Bonet, que ve con buenos ojos la propuesta del Govern de la Generalitat, expresada por Salvador Illa durante el debate de política general del pasado mes de octubre, de incrementar las multas hasta los 90.000 euros, tanto en el metro como en Rodalies, donde el coste de limpiar las pintadas es millonario y muchos trenes circulan con los cristales cubiertos de pintura.