El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, subrayaron este jueves el valor de la relación transatlántica y del trabajo conjunto en favor de la democracia y las libertades, y confiaron en que el futuro inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, siga esa misma senda.

Trump fue una presencia constante en la última rueda de prensa que ofrecieron ayer juntos en Berlín Merkel y Obama, que volvió a Alemania por sexta vez como presidente, a dos meses de dejar el cargo, y reiteró sus elogios al liderazgo de la canciller ante los grandes retos internacionales.

"Si yo fuera de aquí, si fuera alemán, sería su seguidor, le daría mi voto", subrayó Obama para dejar patente su admiración por una mujer que estaba al frente de la primera potencia económica europea cuando él llegó al cargo y que todavía no ha desvelado si se presentará como candidata a una cuarta legislatura.

Ninguno de los dos obvió que han tenido momentos "difíciles", en referencia a la tensión desatada tras desvelarse los programas de espionaje estadounidense en suelo alemán, pero optaron por poner en valor la colaboración y los acuerdos alcanzados, confiando siempre en que en el presidente electo de EE.UU. no los haga peligrar.

Como ejemplos, Obama y Merkel ratificaron su apuesta por el congelado acuerdo de libre comercio e inversiones (TTIP) entre EE.UU. y la Unión Europea (UE), la lucha contra el cambio climático, el compromiso con la OTAN y el combate del terrorismo internacional. Compartieron también la misma visión ante la guerra siria, el conflicto de Ucrania y la implicación de Rusia en ambos países.

En este contexto, mostró su "esperanza" de que Trump, aunque no siga exactamente la línea marcada por su administración, adopte una "posición constructiva" hacia Moscú, pero también "realista", y se oponga a Rusia cuando se distancia de los "valores y las normas internacionales"

Aliada constante y fiel

Merkel afirmó que la relación entre Washington y Berlín es una "piedra angular" de la política exterior alemana basada en "valores comunes" y en la defensa de la democracia y de un mundo liberal y abierto y aseguró que hará todo lo que esté en su mano para continuar esa relación con Donald Trump. "No puedo pensar en una aliada más constante y fiable que Merkel", afirmó Obama al repasar sus ochos años en el cargo.

A pesar del empuje de los mensajes y movimientos populistas en el mundo occidental, tanto el presidente de EE.UU. como la canciller alemana se mostraron optimistas ante la fortaleza de las democracias.

Obama, quien defendió el derecho de quienes están preocupados por la llegada de Trump a manifestarse en la calle, se mostró "prudentemente optimista" respecto a su sucesor y la transición "del modo campaña al modo presidencial".