La nueva atracción de caída libre del Parque del Tibidabo se llamará Merlí, en referencia al nombre del mago. La atracción, que está previsto que se inaugure en los próximos días, representará una varita mágica de 52 metros que supondrán 500 metros por encima del nivel del mar y que la harán visible desde toda la ciudad de Barcelona. El nombre ha sido escogido de entre todas las propuestas presentadas por los trabajadores de Barcelona Serveis Municipals, según ha informado el parque. Además de funcionar como atracción de caída libre, Merlí tendrá una parada intermedia desde donde los 24 usuarios podrán disfrutar de una visión de 360 grados sobre Barcelona y el Vallès gracias a su diseño circular. La nueva atracción ha supuesto tres años de desarrollo y ha tenido un coste de 2,4 millones de euros, y empezará a funcionar este mes de mayo. Hace unos días el Parque del Tibidabo mostraba el proceso de instalación de la atracción, que se construyó en Austria y se trasladó recientemente a Barcelona.

 

Merlí es una de las novedades más esperadas de esta temporada en el Tibidabo, pero no la única. El Parque ha renombrado las cinco plantas, que en vez de tener cifras, ahora tienen nombres relacionados con los espacios que configuran. Así, la planta baja, donde están la mayoría de grandes atracciones, ahora se llama Aventuras; la siguiente, Xerinola, ya que incluye atracciones estimulantes. La tercera planta es la del terror, y se ha renombrado como 666, combinación numérica que también da nombre al Hotel 666 y al Espacio 666, una nueva zona donde se pueden conocer los personajes del pasadizo del terror. La cuarta planta es la de los Sueños porque contiene atracciones como el Embruixabruixes o el Miramiralls. Finalmente, la planta superior es la del Área Panorámica, donde se encuentran los miradores, que han sido modernizados en el último año.

Inscripción a las actividades didácticas

Este jueves se han abierto las inscripciones para las actividades didácticas, dirigidas a los más pequeños. En concreto, hay dos opciones, una actividad de ciencia, tecnología y medio ambiente destinada a niños desde los cinco años hasta jóvenes de 18 años y una de robótica, una novedad de este año, dirigida a estudiantes primaria y ESO. La primera quiere acercar conceptos científicos y tecnológicos a los jóvenes y mostrarlos a través del funcionamiento de las atracciones. El otro, que se hace en colaboración con Lego y Abacus, propone a los alumnos problemas similares que enfrenta el equipo de la misión Artemis en la Luna.