La fiesta de Nochevieja de Barcelona, que se celebrará el sábado, 31 de diciembre, en la avenida de Maria Cristina con un espectáculo de la compañía provenzal Groupe F, que tendrá dos partes y que combinará luz, pirotecnia, música, agua y, como novedad, más de 200 drones, llegará precedida de un importante despliegue conjunto de la Guàrdia Urbana y los Mossos d'Esquadra que, con voluntad preventiva después de incidentes precedentes, instalarán un control de acceso en la zona de la celebración, que solo se podrá hacer por el espacio situado entre las dos Torres Venecianas de la plaza de Espanya donde se controlará que no se acceda ni con vasos ni botellas de cristal, ni con objetos contundentes o armas blancas.

Así lo ha especificado este viernes por la mañana el quinto teniente de alcaldía de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, que en compañía de los máximos responsables de la Guàrdia Urbana y el cuerpo de bomberos de Barcelona ha presentado los ejes principales del despliegue de seguridad previsto por la Nochevieja, que tendrá su epicentro en la celebración del cambio de año a medianoche en la avenida de Maria Cristina, y donde habrá "un dispositivo afinado que quiere garantizar la buena convivencia". El responsable de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado que el acceso a la zona del espectáculo solo se podrá hacer por el espacio situado entre las Torres Venecianas, mientras que los accesos por las avenidas Rius i Taulet y Ferrer i Guàrdia estarán reservados para eventuales evacuaciones y para "facilitar el desalojo una vez acabado el espectáculo, que solo dura media hora."

Palas de detección de armas blancas

En todo caso, en el control de acceso habrá filtros específicos para detectar armas blancas con las nuevas palas de detección de metales con que se ha dotado la policía local barcelonesa, según ha indicado el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, que ha añadido que en toda la ciudad habrá un "despliegue de 800 agentes entre Mossos y Guàrdia Urbana" y ha apuntado que trabajan con la previsión de que en la zona del espectáculo se acumulen unas 94.000 personas, cifra que remite a las que se contabilizaron en 2019. Está previsto que a partir de las 19 horas empiecen las restricciones de tráfico en la plaza Espanya.

En el filtro de acceso se informará de la prohibición de la entrada a la zona de botellas de cristal o de cualquier otro objeto que pudiera ser peligroso para la seguridad pública. Se dispondrá de baldes para depositar las botellas que serán situados al pie de las torres una vez superado el filtro. Además, la zona destinada al público será la calzada central y la acera del lado Besòs de la avenida Reina Maria Cristina. La acera del lado Llobregat quedará cerrada al público y será de uso exclusivo para los equipos de emergencia. A fin de que las personas que lo deseen puedan abandonar la zona antes del inicio de la celebración, se habilitará un pasillo de salida en el lado Besòs de la avenida Reina Maria Cristina (al lado del pabellón 1), señalizado con carteles de EXIT perfectamente visibles y con personal de la organización para orientarlas.

A la finalización del acto y con el fin de facilitar la salida del público asistente, se retirarán las vallas que hacían función de filtro en la base de las torres, así como las situadas en la acera Besòs, y se facilitará la salida de los asistentes tanto por la avenida Maria Cristina como por las avenidas Rius i Taulet y Ferrer i Guàrdia informando al público a través de la megafonía instalada por la organización de esta circunstancia. Como ya se hace hacer en el Piromusical de las Fiestas de la Mercè, el Servicio de Protección Civil, Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPCPEIS) y la Guàrdia Urbana de Barcelona activarán el servicio de drones como elemento de apoyo e información al servicio operativo para aumentar la seguridad de los intervinientes y mejorando el servicio prestado a la ciudadanía.