Se acerca la Navidad, y por cuarto año la polémica está servida. Una vez más, y ya es la cuarta, la Sindicatura de Greuges de Barcelona ha pedido al Ayuntamiento que adopte las medidas que sean necesarias para impedir la celebración de la Papanoelada Motera. La marcha de motoristas está prevista para el 21 de diciembre y recorrerá algunas de las vías o zonas más transitadas de la ciudad, como la plaza Catalunya, el paseo de Gracia o Via Laietana. La Sindicatura justifica su rechazo a la convocatoria en el hecho de que la marcha de motos genera un gran impacto medioambiental y de movilidad, con riesgo de afectaciones a la salud de las personas y a la seguridad ciudadana, por "imprudencias" en la conducción.

El año pasado, ante la petición de la Sindicatura, el Ayuntamiento admitió la dificultad de evitar el evento. La marcha lenta de motocicletas reunió el 15 de diciembre de 2024 a unos 2.000 motoristas. La Guardia Urbana tuvo que cortar el acceso a la Gran Vía por la plaza España y prohibió la circulación por la avenida Maria Cristina para evitar que los motoristas se encontraran con la protesta de entidades y vecinos contra la Papanoelada. La Guardia Urbana impuso 173 multas por infracciones por circular por el carril bus o forzar las marchas. La marcha del año pasado ya no tenía ningún propósito benéfico, ya que los organizadores de anteriores ediciones se desvincularon del evento.

Peticiones al Ayuntamiento de Barcelona

La Sindicatura ha enviado este año una solicitud de información al Ayuntamiento para que se valore la realización de una investigación policial. También se pregunta si las personas organizadoras de la Papanoelada Motera han solicitado la correspondiente licencia o autorización, ya que ha asegurado que "no lo habían hecho en las últimas convocatorias". Igualmente, pide al consistorio qué medidas se tomarán para garantizar el normal funcionamiento de la ciudad, ya que la celebración de la marcha coincide con la celebración de otras actividades relacionadas con Navidad.

La Sindicatura destaca que los distritos por donde circula la Papanoelada Motera son precisamente donde la ciudadanía está expuesta a niveles más elevados del contaminante atmosférico NO2, especialmente el Eixample y Ciutat Vella. También destaca las molestias de ruido que provoca la marcha lenta de motocicletas, con picos de 85 decibelios y recuerda que los topes que marca la normativa municipal no superan en ningún caso los 70 decibelios y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que no se sobrepasen los 55.