El Museo Carmen Thyssen de Barcelona prevé abrir las puertas en el segundo semestre de 2028. El equipamiento cultural, concebido para poner en valor el patrimonio pictórico catalán y, a la vez, reforzar la presencia de la ciudad en el panorama internacional de exposiciones temporales, se instalará en el Palau Marcet, un edificio histórico situado en el paseo de Gràcia que será objeto de una profunda rehabilitación. El proyecto se ha presentado este jueves en la Pedrera ante cerca de 200 representantes del mundo institucional, cultural y empresarial. El futuro museo destinará parte de su exposición a mostrar arte modernista y novecentista, corrientes que, según los impulsores, siguen siendo “grandes desconocidas de la cultura catalana”. Aunque inicialmente se había especulado con una apertura en 2027, las previsiones actuales apuntan a que no será hasta el año siguiente cuando el museo levante finalmente la persiana.

Con este proyecto, los impulsores quieren reforzar la proyección internacional de Barcelona en el ámbito museístico, situándola al nivel de capitales como Londres, París, Madrid o Nueva York en lo que respecta a grandes exposiciones temporales, pero sin renunciar a un fuerte arraigo local. El objetivo es valorar el patrimonio pictórico catalán de los siglos XIX y XX, con nombres como Ramon Casas, Eliseu Meifrèn o Santiago Rusiñol, incorporando también una selección inédita de obras de la colección Carmen Thyssen. El proyecto apuesta por una programación “dirigida al público catalán”, con un enfoque participativo que combine “formación, comisariado y actividades educativas”.

El proyecto requerirá una transformación integral del Palau Marcet, un edificio histórico de Barcelona que hasta 2024 acogió el Cinema Comèdia y que, a lo largo del siglo XX, sufrió varias modificaciones que alteraron profundamente su estructura original. La reforma, encargada a los estudios de arquitectura Casper Mueller Kneer Architects y OUA, buscará restituir su carácter patrimonial, preservando la fachada y las cubiertas originales, y recuperando espacios como el atrio triangular, que será el corazón del conjunto y una gran entrada abierta a la ciudad. El museo ocupará una superficie de 9.000 metros cuadrados distribuidos en varias plantas: las inferiores dedicadas al arte catalán del XIX y XX, y las superiores reservadas para exposiciones temporales y un auditorio. El equipamiento se integrará en el eje cultural del Eixample que forman iconos como la Pedrera, la Casa Batlló, la Fundació Tàpies y el Palau Robert.

Presentado por Barcelona Global

El proyecto ha sido presentado este jueves en un acto organizado por Barcelona Global, donde se ha destacado la voluntad de convertir el futuro Museo Carmen Thyssen en un motor cultural y de talento para la ciudad. Impulsado por Stoneweg Places & Experiences, el proyecto busca “recuperar el espíritu más creativo de la ciudad” y reforzar el papel de Barcelona como destino cultural de referencia. Joan Manuel Sevillano, responsable de la empresa promotora, ha asegurado que el nuevo museo “consolidará la ciudad en el mapa mundial del arte y la cultura”. En la misma línea, el presidente de Barcelona Global, Ramon Agenjo, ha reivindicado que el equipamiento “nace con vocación de sumar calidad y singularidad, retener talento de impacto, contribuir a la sostenibilidad urbana y patrimonial y proyectar internacionalmente la ciudad”.