El metro de Barcelona volverá a estar operativo de forma ininterrumpida a partir de este sábado coincidiendo con el primer fin de semana que el ocio nocturno volverá a abrir las puertas, según ha informado la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM). Hasta ahora, el servicio había adaptado sus horarios a las restricciones para contener los contagios y el metro cerraba en las dos de la madrugada los sábados y vísperas de festivo. Con respecto a FGC y TRAM cerrarán a las dos de la madrugada. El viernes, los tres operadores mantendrán servicio hasta esta hora. Por su parte, el servicio de Nit Bus del AMB y buses nocturnos de la Generalitat continúan el horario habitual ininterrumpido.

Asimismo, la ATM ha recordado a los usuarios que se mantiene la obligatoriedad de llevar mascarilla dentro del transporte público y recomienda que haya silencio durante el trayecto como medida para prevenir los contagios. La medida coincide con la reapertura del ocio nocturno, una vez el pasado 1 de febrero el Govern aprobó hacerlo con fecha de 11 de febrero, y sin restricciones de aforo ni limitaciones horarias. Tampoco será necesario el uso del certificado covid. La reapertura dará aire en el sector, que por medio de la patronal Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) había llevado las restricciones vigentes al TSJC ante una situación límite según los empresarios.

El ocio nocturno reabrirá la noche de jueves a viernes después de acumular 569 días cerrado a interiores desde el inicio de la pandemia de Covid-19, una cifra que se eleva a los 700 días si se tienen en cuenta las aperturas parciales y con restricciones. Según cifras de la Fecasarm, las restricciones han supuesto para el sector pérdidas de unos 6.500 millones de euros, importe calculado teniendo en cuenta la facturación habitual en una situación sin pandemia. Así, discotecas, bares musicales y salas de concierto volverán a abrir sin limitaciones de aforo ni de horario, y tampoco se requerirá el uso del pasaporte covid, que sí que había hecho falta las últimas veces en que se permitió la apertura del sector.

Primera restricción en marzo de 2020

La primera vez que se restringió al sector para cortar los contagios de coronavirus entre la población fue el 11 de marzo de 2020, cuando el Govern decidió suspender los actos que acogieran a más de 1.000 personas en Catalunya, delante de lo que el sector ya pidió ayudas económicas, anticipando pérdidas. El 14 de marzo, después de que el exconseller de Interior de la Generalitat Miquel Buch pidiera el cese de la actividad, el ocio nocturno tuvo que hacer frente al primer cierre total. Mientras el cierre estuvo vigente, asociaciones como la Fecasarm, la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon) y Spanish Nigthlife pidieron la reapertura controlada y propusieron, entre otros, la implantación de un certificado sanitario que garantizara el cumplimiento de medidas sanitarias por parte de los establecimientos.

El 19 de junio, el sector reabrió parcialmente, con restricciones de aforo, y después entró en vigor la prohibición de reuniones de más de 10 personas y, en consecuencia, un nuevo cierre el 24 de julio.