En el marco de la colocación de la primera piedra de la nueva promoción de vivienda pública en el barrio de la Trinitat Vella, en el distrito de Sant Andreu, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, señalaba este miércoles la necesidad de que, en el marco de la transformación que vive este barrio, "la gente joven tenga un espacio de referencia, de memoria de lo que pasó en el barrio", en referencia al hecho de que "aquí había una prisión, que hubo un movimiento para mover la prisión y ganar el espacio para los vecinos". "Esto lo tenemos que preservar", añadía, sin concretar mucho más como sería este espacio.

El hecho, sin embargo, es que en el marco del cierre y traslado de las prisiones del tejido urbano de Barcelona, la de la Trinitat Vella tiene los días contados. Inaugurada el año 1964 y con diferentes usos, primero como centro de mujeres, después para jóvenes y actualmente como centro de régimen abierto y parcialmente derribada en 2009, se prevé que cierre puertas a finales de 2025 o principios de 2026, una vez esté terminado el nuevo centro de régimen abierto que está en construcción en la Zona Franca. Una vez no tenga uso penitenciario, se prevé derribar lo que queda en pie para hacer una tercera promoción de vivienda pública, para reubicar vecinos del mismo barrio que ahora viven en los llamados Pisos del Patronato, construidos durante la época Porcioles y que no reúnen las condiciones básicas de habitabilidad.

Ahora bien, ¿qué quedará para la memoria de aquella prisión que ha marcado la vida de un barrio que, de hecho, tiene una forma circular dónde el centro penitenciario se sitúa encima de una colina, talmente como una villa medieval con su castillo? Más allá de la referencia de Collboni a preservar la memoria, el hecho es que el colectivo Trinitat Uneix promueve desde hace años, junto con la Associació per la Recerca i Divulgació de la Memòria Històrica, un proyecto de preservación que situaría la prisión de la Trinitat Nova como una parte de un eje memorialístico conformado por otros equipamientos de siniestra memoria por la represión franquista que comprendería también la prisión Model y la prefectura de policía de la Via Laietana.

Dura represión franquista

Hay que tener en cuenta que esta prisión estaba reservada a las mujeres durante el franquismo, y allí actuaron las Cruzadas de Cristo Rey, una especie de orden que tenía manga ancha para practicar una dura represión tanto a las presas políticas como a las comunes. Paco Flórez, presidente de Trinitat Uneix, apunta, en declaraciones en ElNacional.cat, que el año 2022 ya se presentó una propuesta de preservación que incluía "el mantenimiento del edificio de la entrada y su portal", para convertir "la puerta que comportaba perder la libertad y a veces la dignidad, en símbolo de puerta de entrada a la libertad y a la difusión del conocimiento".

preso trinidad vieja foto jordi palmer
Vista posterior de la prisión de Trinitat Vella, desde los solares donde se edificarán los nuevos pisos / Foto: Jordi Palmer

La intención de todo ello sería aprovechar la fachada y el espacio donde ahora hay oficinas de administración del centro abierto para "dedicar dos plantas a la investigación y memoria de la historia de la Trinitat Vella, aparte de hacer memoria histórica de la prisión, de las presas políticas y las comunes y hacer también un memorial de género, recordando luchas y concentraciones". Ahora bien, sobre plano no está previsto conservar estos elementos, ya que es necesario derribarlos para poder construir los últimos pisos considerados en el plan de transformación, teniendo en cuenta que todo ello es un rompecabezas donde cada pieza tiene que encajar para poder realojar a todos los vecinos de los Pisos del Patronato.

"Una réplica a escala menor"

Ante este hecho, Flórez apunta que con el anterior gobierno municipal y el Institut Municipal d'Urbanisme (IMU) se les propuso una alternativa, que sería la de "documentar la fachada y hacer una réplica a una escala menor, como entrada del equipamiento de un futuro 'museo' o centro de interpretación. De hecho, en el plan de transformación del sector Trinitat Vella Nord se contemplan tres edificios de viviendas y "entre tres y cinco equipamientos para el barrio", y uno de ellos podría ser este espacio de memoria, difusión e investigación que defiende Trinitat Uneix, que además estaría conectado con el eje memorialístico de la Model y la Via Laietana, porque "la intención no es solo hacer una cosa para el barrio, sino de ciudad".

Eso sí, el mismo Flórez reconoce que aunque el proyecto se había hablado con el gobierno de Barcelona en Comú, no se había llegado a ningún acuerdo firme y que con la llegada del nuevo equipo de gobierno del PSC, "hasta hace nada no teníamos interlocutores válidos". Por eso asegura que ahora están "a la espera de poder hablar con la arquitecta jefe del Ayuntamiento", Maria Buhigas, para poder afrontar la cuestión. "Confiamos en que continuará adelante", apunta esperanzado Flórez, aunque, hoy por hoy, este espacio de memoria de la prisión -y la represión- en Trinitat Vella, no es más que un proyecto de futuro sin concreción.