El Departament de Territori ha iniciado las obras de mejora de la accesibilidad de la estación de la Pau de la L4 de metro, en Barcelona. Esta actuación permitirá completar la adaptación de la estación a personas con movilidad reducida y mejorar el nivel de servicio a los usuarios y al mismo tiempo hará posible un incremento de las frecuencias, ya que habilitará el segundo andén, actualmente sin uso comercial. Los trabajos cuentan con un presupuesto de 1 millón de euros y un plazo de ejecución de 15 meses. La estación de la L4 de la Pau es actualmente terminal de línea, además de intercambiador con la L2 (Paral·lel – Badalona Pompeu Fabra) y cuenta con un acceso a la calle, en la Rambla de Guipúscoa, en torno a la calle de Santander.

Actualmente, un ascensor conecta la calle con el vestíbulo –compartido con la L2– y otro permite el acceso a uno de los andenes de la estación, mientras que el otro andén no se utiliza para el servicio comercial, motivo por el cual no está adaptada a personas con movilidad reducida. Por eso, según ha informado Territori, los trabajos que ahora empiezan consisten principalmente en la instalación de un ascensor que comunique el vestíbulo con este andén. Asimismo, de manera análoga al otro andén, se implantará el itinerario correspondiente para personas con discapacidad visual y un tramo de rampa metálica para facilitar el acceso a los trenes a las personas con movilidad reducida. Así, esta obra permitirá mejorar la accesibilidad y posibilitar la explotación en doble vía de la estación. La primera fase de los trabajos comportarán algunas ocupaciones en superficie y no comportará por ahora afectaciones en la movilidad. En concreto, se ocupará el carril de aparcamiento y una parte de la acera de la calle de Ca n'Oliva, entre el pasaje de Ca n'Oliva y la calle de Guipúscoa.

Una línea pendiente de prolongación

Estas obras, además de posibilitar el uso comercial del segundo andén, preparará esta estación para la anunciada prolongación desde la Pau hasta la estación de la Sagrera, donde conectará con las líneas L1, L5, L9 y L10, una obra a largo plazo que ya ha empezado a dar los primeros pasos. El pasado mes de marzo se licitó el proyecto constructivo de la prolongación, que incluye dos estaciones intermedias, una en la calle Santander y la otra en la futura estación intermodal Sagrera-TAV. Se trata de una de las obras incluidas en el Plan Director de Infraestructuras 2021-2030 que, aunque inicialmente se preveía tenerlo operativo en 2024, avanza lentamente pero con paso seguro.

Se prevé que este nuevo tramo incrementará la conectividad del sistema de transporte público con dos intercambiadores y captará a 15 millones de viajeros al año y el proyecto que se impulsa ahora definirá técnicamente las actuaciones pendientes de ejecutar necesarias para la puesta en servicio de la prolongación, con una inversión estimada de 98 millones de euros. La redacción del proyecto se licita por un importe de 2.598.654,77 euros (IVA incluido) y un plazo de 15 meses. El proyecto prevé la ejecución de un nuevo túnel excavado a cielo abierto entre pantallas, de unos 320 metros de longitud; la nueva estación de Santander y varias actuaciones en los dos tramos de túnel ya existentes. La nueva estación dispondrá de andenes laterales y contará con un vestíbulo único con acceso desde la calle de Santander.