El gobierno municipal de Barcelona contaba con poder presentar esta misma semana la propuesta de presupuestos de 2023, los últimos antes de las elecciones municipales, pero finalmente lo ha tenido que aplazar a causa de desacuerdos entre los dos socios de gobierno, Barcelona en Comú y PSC, que han provocado un cierto lío que ha salpicado a ERC, en un baile de reproches y con diferentes versiones sobre los hechos. Todo parte de una reunión prevista para este mismo martes que finalmente no se ha producido. Según fuentes municipales citadas por la ACN, la reunión se habría suspendido porque ERC habría congelado las negociaciones a la espera de que se resuelva la crisis en el Govern, que estos días acapara toda la información política, y eso habría llevado a suspender la presentación, en principio prevista para este miércoles.

Esta valoración de la suspensión de la reunión, sin embargo, no ha contado con la conformidad de ERC. Fuentes de este partido han desmentido que hubiera ninguna negociación en marcha para los presupuestos, razón por la cual han señalado que "no se puede congelar lo que no existe", y han apuntado que "el procedimiento habitual es que el gobierno municipal presente su propuesta al resto de grupos del consistorio", y una vez se conozca el contenido "los grupos valoren si entran o no a negociar su contenido", un posicionamiento que contrasta con el del gobierno municipal, que considera que ante la situación política se pueda entender que ERC quiera esperar a la clarificación de la situación del Govern.

Ahora bien, si en un primer momento parecía que las cuentas barcelonesas estaban atascadas por una diferencia de interpretación del papel de ERC en la negociación, fuentes del PSC citadas por Europa Press han dado otra versión de los hechos, asegurando que la parálisis se debe a una falta de acuerdo entre los dos socios del gobierno municipal y han desmentido que ERC haya tenido ninguna responsabilidad en todo: "La razón no es esta, es que no hay acuerdo de gobierno". Las mismas fuentes socialistas han señalado que las divergencias con los comunes se centran en tres ámbitos: la bonificación de las terrazas, las inversiones en barrios y distritos y el plan de medidas anticrisis.

Una vez conocida la versión del PSC, ERC ha vuelto a reaccionar, esta vez por boca del portavoz Jordi Coronas, que ha dado por buena la versión del PSC y ha asegurado que ERC no es "la excusa sino la alternativa al desgobierno actual". "Basta de utilizar a ERC como excusa para intentar tapar los desacuerdos internos entre Colau y Collboni", ha añadido Coronas. En todo caso, lo que es seguro es que de momento no se ha convocado la presentación de las cuentas para el próximo año y todo apunta a que no se hará hasta que no se resuelvan los flecos que enfrentan a los comunes y al PSC.