“Tendremos la mejor Feria de Abril de la historia”. Así ha anunciado el teniente de alcalde de Derechos de la Ciudadanía, Participación y Transparencia del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Asens, el ganador del concurso que organizará la feria de este año. El encargado de hacerlo será la Federación de Entidades Culturales Andaluzas de Catalunya (FECAC), que ha tenido que competir con la Fundación FECAC.

La adjudicación se justifica en que la FECAC "ha hecho una oferta mucho mejor que la otra entidad", aunque Asens ha reconocido que tenían propuestas "muy innovadoras" como, por ejemplo, realizar actividades que "unieran la cultura andaluza con la catalana" como hacer rumba catalana. La mesa de contratación, sin embargo, ha constado que una organización entre ambas entidades hubiera sido "más favorable".

El criterio más importante a la hora de adjudicarlo, ha puesto sobre la mesa Asens, se basaba en la viabilidad económica del proyecto, por el hecho que la federación ganadora ponía 90.000 euros y la otra sólo 20.000. "Esto les ha dado muchos puntos".

La mejor feria

“Es un gran éxito para la ciudad y para la cultura andaluza garantizar que se celebrará la Feria de Abril, que es uno de los acontecimientos con más afluencia de público,” se ha congratulado el teniente de alcalde, que ha añadido que será la mejor feria por los criterios de seguridad que se seguirán, la disminución del ruido, las condiciones de transparencia en el “retorno de los beneficios de los organizadores a la ciudadanía” y, también, porque “hemos vinculado la adjudicación a una serie de condiciones para que esta vez se organice de una manera diferente al año pasado”.

“Algunos criticaron que no se hiciera una adjudicación directa con una designación a dedo”, se ha lamentado Asens, al mismo tiempo que ha recordado que “nosotros defendimos públicamente que queríamos trabajar de otra forma” y que “queríamos respetar los principios de la transparencia, de la libre concurrencia y de la objetividad”. Así, el encargado de organizar la feria “tenía que hacerlo por méritos propios para tener la mejor oferta”.

Esta es la primera vez que el consistorio barcelonés abre un proceso de concurrencia pública para adjudicar la contratación del acontecimiento y ha sido así, según Asens, porque “queríamos levantar alfombras y queríamos luces y taquígrafos” y, todavía más, teniendo presente que “se habían levantado sospechas sobre irregularidades en torno a su organización”.