El inicio de las obras de reforma de la Via Laietana, que empezaron este 1 de marzo y que ya han provocado las primeras restricciones de tráfico, de momento sólo en el tramo entre la plaza Urquinaona y la divisoria con la calle Jonqueres ha provocado quejas de todo tipo, como las del RACC, que el martes mismo hizo una seria advertencia a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a quien acusó de promocionar obras no relacionadas con la mejora del transporte público que crearán mucha más congestión. Este miércoles, ha sido el presidente del grupo del Partido Popular en el ayuntamiento, Josep Bou, quien ha recriminado a Colau que haya puesto en marcha "una guerra contra el coche".

En una atención a medios justo en la plaza Urquinaona, lugar de inicio de las polémicas obras, Josep Bou, acompañado del concejal Óscar Ramírez, ha apuntado que "el modelo de la alcaldesa no es el modelo que precisa Barcelona" y en el caso de la Via Laietana, "una vía que costó tanto abrir", la reforma supondrá "amputar" la vía que comunica el Eixample con Ciutat Vella y el puerto. "No es que haya una guerra contra la contaminación, hay una guerra contra el coche", ha señalado Bou, que ha advertido que con las reformas que está iniciando el gobierno municipal, "aumentará la contaminación".

Un proyecto "sencillamente devastador"

De hecho, Bou ha lamentado que el proyecto de reurbanización "se ha hecho sin consultar ni a vecinos ni a comerciantes", ni tampoco entidades como Foment, el Col·legi d'Enginyers y el RACC, los cuales ya han dicho que "es sencillamente devastador y hay que escucharlos porque conocen perfectamente como es el tráfico". Por su parte, el concejal Ramírez ha exigido "la paralización de la reforma de la Via Laietana", porque una vez más "impone su modelo ideológico, el urbanismo táctico, en esta guerra de persecución contra el coche que perjudica enormemente el comercio y la actividad económica".

cartel restricciones obras vía layetana foto jordi palmer

Carteles anunciando las obras / Jordi Palmer

Además, Bou ha señalado que si el PP tiene capacidad de gestionar el gobierno municipal en el próximo mandato, su intención será "paralizar" la reforma. Además, ha señalado que limitar la circulación de vehículos será "una fatalidad para el frente marítimo y sus bares y restaurantes". "Tenemos esperanza de que no se desgracie Barcelona", ha añadido Bou, que también ha querido referirse a los ejes verdes que en verano empezarán a implementarse en el Eixample: "Son una barbaridad urbanística". Además, el líder del PP en Barcelona ha añadido que si el Eixample tiene una característica clara es "la buena circulación y la conexión con los antiguos pueblos que conforman Barcelona y una forma fantástica de circular". "Éramos la envidia de Madrid y ahora se lo quieren cargar", ha remachado.