Después de que los trabajadores del Metro rechazaran ayer la posibilidad de llegar a un acuerdo con la dirección de TMB con el fin de desconvocar la huelga del lunes y el miércoles, este domingo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha querido responder a los huelguistas recordándoles que el conflicto actual es por una cuestión de negociación del convenio relacionada “con mejoras de condiciones, no por recortes ni despidos”.

Por eso, a pesar de reconocer la “legitimidad” de las demandas, la regidora de Mobilitat y presidenta de TMB, Mercedes Vidal, ha recordado que en el colectivo de los trabajadores del Metro, “el sueldo bruto mínimo a jornada completa son unos 29.000 euros anuales y el sueldo más habitual son unos 33.000”, y que las negociaciones, en las cuales “TMB ha hecho todos los esfuerzos”, se centran en la reducción de los contratos temporales y a tiempo parcial, que según el equipo de gobierno de Barcelona en Comú son una minoría.

Mercedes Vidal ha añadido que entre las propuestas de TMB se incluía “un nuevo día festivo” y otras medidas, como pasar a jornada completa una tercera parte de los trabajadores que no la hacen entera, “que son el 24 por ciento de la plantilla”. Pero ha añadido que no era aceptable la demanda de los trabajadores “de incrementar los sueldos en 150 euros en el mes por cada trabajador” sin arriesgarse a poner “en peligro la viabilidad de la empresa”.

Por todo ello, Colau ha lamentado que los trabajadores “no hayan aceptado las propuestas de TMB”, porque al tratarse “de una empresa pública con un presupuesto limitado”, la posición de los trabajadores le ha parecido “desproporcionada”. Con todo, Colau se ha mostrado dispuesta “a seguir negociando”, aunque sea una vez pasada la huelga del lunes y el próximo miércoles.