Después de un plan piloto efectuado en 2018 con 8 cámaras de vigilancia unipersonal, la Guàrdia Urbana de Barcelona incorporará esta misma semana 47 cámaras de vigilancia unipersonal que los agentes del cuerpo llevarán integradas en el chaleco con el objetivo de que en junio se sumen 107 más llegando a un total de 150. Se trata de aparatos comercializados por la empresa Vama similares a las que ya utilizan los Mossos d'Esquadra y otros policías locales catalanas, que se utilizarán, según el Ayuntamiento de Barcelona, con las "máximas garantizabas de transparencia y seguridad jurídica", según palabras del teniente de alcaldía de seguridad, Albert Batlle, que ha presentado los nuevos dispositivos este lunes.

Ante las dudas que puede suscitar que la Guàrdia Urbana pueda grabar todo lo que pasa en la calle, Batlle ha insistido en que las cámaras "se utilizarán en casos excepcionales", con el objetivo de "poder testimoniar lo que pasa y al mismo tiempo preservar los derechos de las personas". En este sentido, se usará un protocolo de imágenes que prevé que el agente avise justo antes de pulsar el botón de grabación, aunque el intendente mayor de la Guàrdia Urbana, Pedro Velázquez, ha apuntado que "en caso de que se esté produciendo una agresión, el aviso quedaría diluido, pero como norma general se tendría que avisar". El coste de las cámaras es de 386.000 euros, según ha informado la gerente de Prevención y seguridad, a Maite Casado.

 

Pregrabación de 30 segundos

Una de las características de los nuevos aparatos es que, de hecho, estarán continúa grabación, pero borrándose con un decalaje de treinta segundos. Eso quiere decir que en el momento que el policía que lleve la cámara -en principio, serán mandos- apriete el botón de grabar, se podrán recuperar los treinta segundos anteriores, aunque serán precedentes al aviso protocolario del inicio de grabación. En una primera fase, las 47 cámaras se pondrán a disposición de la Unidad territorial de Ciutat Vella, la Unidad de refuerzo de emergencias y proximidad (UREP) -es decir, los antidisturbios-, y la Unidad Central de Tráfico. Más adelante se implementarán a otras unidades operativas cubriendo todos los distritos de la ciudad

camara vigilancia guardia urbana foto acn
La cámara de vigilancia va integrada en el chaleco /ACN

Los agentes podrán iniciar la grabación en los siguientes supuestos: en los supuestos de desórdenes públicos y de la existencia de un peligro concreto para la seguridad ciudadana y en situaciones relacionadas con la prevención de la seguridad ciudadana y cuando se produzcan o se den circunstancias de un riesgo concreto para la seguridad pública, como riesgos concretos derivados de la utilización de la fuerza física, fuerza e intimidación con arma de fuego, arma blanca u objetos peligrosos y los derivados de desórdenes públicos, acciones tumultuarias en las que no se puede proceder a la detención o identificación de las personas.

Según el ayuntamiento, el sistema de grabación y posterior almacenaje de las imágenes no permitirá a ninguna persona modificar, borrar, editar o alterarlas. De hecho, en cada operación de tratamiento de imágenes captadas con dispositivos personales de grabación (DPG) intervendrán siempre dos agentes, con categorías diferentes dentro del cuerpo. Por eso, se ha diseñado un sistema de supervisión reforzado a diferentes niveles. Además, la Unidad de Deontología y Asuntos Internos de la Guàrdia Urbana podrá someter a control cualquier momento de este proceso.