Las dos empresas funerarias que operan en la ciudad de Barcelona han cargado este viernes contra la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de crear una empresa pública con el fin de reducir el precio del servicio funerario.

Tanto Servicios Funerarios de Barcelona S.A. como Àltima han criticado la iniciativa del gobierno municipal y han instado a la alcaldesa, Ada Colau, a reducir la tarifa de los cementerios municipales si realmente quiere rebajar el coste de un servicio funerario. Esta cantidad representa el 20% del total de la factura y ambas compañías recuerdan que Cementerios de Barcelona es una empresa pública que está teniendo beneficios de 3 MEUR.

Àltima, que tiene un tanatorio, incluso ha tildado la iniciativa municipal de "competencia desleal". Desde el comité de empresa de Servicios Funerarios, que dispone de cuatro tanatorios, han expresado su temor por un posible ERE, y han reclamado al Ayuntamiento que absorba a una parte de la plantilla.

El consejero delegado de Mémora -la empresa que tiene el 85% de Servicios Funerarios de Barcelona S. A.- Juan Jesús Domingo, ha lamentado que el Ayuntamiento no les hubiera informado de su decisión de crear una empresa pública cuando tiene una participación del 15% en su sociedad. Domingo ha encontrado "sorprendente" que el gobierno municipal quiera venderse sus acciones "para hacerle la competencia desde el ámbito público".

Pero además, ha remarcado que si quiere fomentar la competitividad, su intervención precisamente provocará lo contrario, porque ocupará un espacio del mercado. Además, ha recordado que los tanatorios están ocupados sólo en un 50%, y por lo tanto lo que hay es un exceso de salas de velatorio. Servicios funerarios tiene cuatro tanatorios: Sancho de Ávila, Les Corts, Sant Gervasi y Collserola.

¿Funerarias sin tanatorios?

También ha mostrado su preocupación por el hecho de que se quiera modificar la ordenanza para que un operador pueda ofrecer servicios funerarios sin disponer de un tanatorio. En su opinión, eso abrirá la puerta de Barcelona a "empresas pirata, con plantillas en precario, falta de higiene y sin cumplir las normativas sanitarias".

Sobre el precio, además de recordar que el Ayuntamiento tiene otros instrumentos como puede ser rebajar la tarifa de la parte de inhumación y cremación en los cementerios municipales, Domingo ha remarcado que el 70% de las familias tiene algún seguro y no paga el coste del servicio.

Temor por un ERE

También ha alertado de que si hay un nuevo operador que se come una parte del mercado, los compromisos de estabilidad de plantilla se verán afectados. Precisamente, desde el comité de empresa de Servicios Funerarios de Barcelona, su vicepresidente, Jordi Fernández, ha mostrado su temor por un posible ERE, y ha reclamado al Ayuntamiento que absorba a una parte de la plantilla de la empresa, teniendo en cuenta que antes era pública y se ha ido privatizando. En su opinión, "si quieren hacer una tercera empresa, el Ayuntamiento tendría que tener la obligación moral de contratar un porcentaje de trabajadores de Servicios Funerarios de Barcelona".

Fernández ha explicado que la próxima semana se reunirán con los grupos parlamentarios y que habrá una reunión del comité de empresa para estudiar qué estrategia seguir, pero ya ha dado por hecho que habrá movilizaciones. También él ha recordado al Ayuntamiento que Cementerios de Barcelona tiene 3 MEUR de beneficios. "¿Nos están diciendo que somos muy caros? Pues que empiecen a hacer rebajas por aquí", ha reprochado.

Un mercado ya liberalizado

El director general de Servicios Funerarios de Àltima, Josep Ventura, ha tildado esta operación del Ayuntamiento de "competencia desleal", y ha remarcado que su empresa tardó entre seis y ocho años para inaugurar su tanatorio en la Ronda de Dalt por una serie de permisos y exigencias que el consistorio no tendrá que acreditar. "En un mercado donde el servicio está totalmente liberalizado, la intervención pública no tiene ningún sentido, y más cuando ya hay bastantes salas de velatorio", ha opinado.

Con respecto al precio, se ha preguntado de dónde saca los datos el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, cuando habla de un coste medio 6.500 euros en Barcelona. Ha asegurado que el precio medio que su empresa ofrece es de 3.441 euros, y ha recordado que un 20% de la factura corresponde a la parte del cementerio, donde la capacidad de intervención municipal es total. "Lo primero que tendrían que hacer es dar ejemplo y rebajar tarifas de los cementerios si se que quiere bajar el precio del servicio funerario", ha lanzado. El servicio más básico que ofrece Àltima ronda los 2.000 euros.