Desde la medianoche del 27 de mayo que los mandatos de los plenos municipales de todos los ayuntamientos se considera finalizado, de manera que desde las 00:01 del 28 de mayo, día de las elecciones, todos los concejales pasan a ser concejales en funciones hasta la celebración del pleno de constitución de la nueva corporación municipal e investidura del nuevo alcalde, previsto para el sábado 17 de junio excepto en aquellos casos que se haya interpuesto un recurso contencioso-administrativo, que entonces queda aplazado al 7 de julio. Antes, sin embargo, hay tiempo para un último pleno municipal que, en el caso de Barcelona, tendrá lugar el 14 de junio.

Este pleno sirve formalmente para aprobar las actas de los últimos plenos y comisiones, pero también para despedir a todos los concejales que no repetirán en el cargo, y por eso es un pleno emotivo donde parte de estos concejales salientes toman la palabra por última vez, y por ello es conocido informalmente como el pleno de la lágrima. En esta ocasión, serán veintitrés concejales los que se marcharán del salón Carles Pi i Sunyer, más de la mitad del pleno, pero un poco menos que hace cuatro años, cuando fueron 29 los concejales que se despidieron en el pleno de la lágrima del 12 de junio de 2019.

Antes de las elecciones ya quedaba claro que once de los cuarenta y un concejales de los que se compone el pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona no repetirían, ya que por decisión personal o del partido que representaban, no iban en las listas electorales, mientras que los otros treinta sí que concurrían a las elecciones, de los cuales dieciocho han revalidado el cargo y doce lo han perdido porque los respectivos partidos no han conseguido suficiente número de concejales. El número de concejales que no repiten es especialmente significativo en partidos como ERC, que ha perdido la mitad de la representación, Valents, que ha quedado fuera del consistorio, y el PP, que había renovado completamente la lista electoral. Por parte de Ciudadanos concurren dos de estos supuestos, renovación de la lista electoral y no conseguir a ningún representante.

Estos son los concejales que se despiden

El grupo más numeroso de concejales que no repetirán corresponde al de Esquerra Republicana, ya que ha pasado de 10 representantes a 5. En total son 6 los concejales que no repiten: Gemma Sendra y Jordi Fexas, que no iban en las listas y Montserrat Benedí, Jordi Coronas, Max Zañartu y Rosa Suriñach, que sí que iban pero no han revalidado el cargo. Del PSC se marchan cuatro concejales: Montserrat Ballarín y Núria Carmona, por no presentarse en las listas y Xavier Marcé y Joan Ramon Riera por no haber sido escogidos.

A continuación se encuentra Barcelona en Comú, que pierde a cuatro concejales, Laura Pérez y Eloi Badia, que en su momento renunciaron a volver a presentarse, y Jordi Rabassa y Pau González, que han quedado fuera de los 9 concejales conseguidos por este partido. Como ya estaba previsto, se marchan los tres concejales de Ciudadanos, los tres expedientados y expulsados y, por lo tanto, fuera de una lista electoral que, en todo caso, tampoco obtuvo ninguna representación. Es decir, se marchan Paco Sierra, Noemí Martín y Julia Barea y nadie entra en su lugar. El mismo pasa con Valents y la concejala no adscrita, ya que se marchan Eva Parera, Óscar Benítez y Marilen Barceló, ya que este partido también ha quedado fuera del pleno municipal.

Finalmente, también se van los dos concejales actuales del PP, Óscar Ramírez y Maria Inmaculada Delgado, el primero porque no formaba parte de la candidatura, y la segunda porque no ha conseguido entrar, aunque este partido ha conseguido a cuatro concejales. Finalmente, solo se produce una baja en Junts per Catalunya, la ya anunciada previamente de Ferran Mascarell, ya que el resto de miembros del actual grupo municipal han vuelto a ser escogidos dentro de la candidatura Trias per Barcelona.

 

Fotografía principal: Ferran Mascarell será el único concejal de Junts per Catalunya que no continuará en el pleno municipal / Foto: Carlos Baglietto