El pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona aprobó por unanimidad, el viernes pasado, aceptar un espejo diseñado por Antoni Gaudí como dación para pagar impuestos. La medida ya se aprobó inicialmente a la comisión de Economía y Hacienda del 15 de febrero, cuando se destacó que era la primera vez que el consistorio barcelonés aceptaba la dación de una obra de arte como pago de impuestos. La obra de arte en cuestión era un espejo, cuyo diseño es atribuido a Antoni Gaudí, de madera y cristal, con talla estucada y dorada con pan de oro y cristal biselado, de medidas 67x69 centímetros, datado entre 1901 y 1905 y procedente de la Casa Milà.

Según defendió en Comisión el concejal de Presupuesto, Jordi Martí Grau, con esta aceptación se había podido abrir una vía hasta ahora inédita, ya que, hasta el momento, la dación en pago solo la aceptaban el Estado y la Generalitat y señaló que había habido que abrir un camino que ahora facilitaría que otros particulares se pudieran acoger al mismo sistema. Eso sí, Martí Grau apuntó que hacía falta que la obra en cuestión cumpliera tres requisitos, primero que esté incluida o conseguir que se incluya en el Catàleg del Patrimoni Cultural Català, el segundo, que el Ayuntamiento de Barcelona "aprecie el interés" en la pieza ofrecida, y, en tercer lugar, "ponernos de acuerdo en el precio".

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Imágenes del espejo difundidas por el Ayuntamiento de Barcelona / Foto: AjBCN

En el caso del espejo de Gaudí, la dación se ha valorado en 60.000 euros que servirán como pago parcial de la liquidación de una plusvalía municipal de 232.612,15 euros que tiene que pagar Isabel Ferran Sanahuja por la herencia de la Casa Sayrach, finca modernista situada en la avenida Diagonal 425-425, haciendo esquina con la calle de Enric Granados. Según el mismo ayuntamiento, la documentación que acompaña el mencionado espejo señala que procede de la Casa Milà -es decir, la Pedrera- y que estuvo expuesto en varias muestras, como 'París Barcelona 1888-1937' que tuvo lugar en París y Barcelona el año 2002.

El mismo ayuntamiento informó en su momento de que el marco fue manufacturado por la empresa de artes decorativas Hoyos, Esteva y Cía, según la etiqueta que figura en el reverso. Al mismo tiempo, la misma nota de prensa difundida una vez aprobada la aceptación de la dación especificaba que se trataba "de un objeto fabricado en serie a partir de un concepto y/o maqueta, de Antoni Gaudí que los artesanos de la empresa tradujeron en la talla en madera de este marco estucado y dorado". Es decir, se explica que, a pesar de su excepcionalidad, no se trata de un objeto único.

Un espejo igual se subastó en el 2022

Y efectivamente no lo es. Al tratarse de una producción en serie, hay varios ejemplares en circulación, según han admitido expertos en la cuestión a elNacional.cat. Todavía más, algunos se han subastado recientemente, como un espejo idéntico al aceptado por el Ayuntamiento de Barcelona que se llegó a valorar en 8.500 euros en junio del 2022 en la web especializada en subastas de objetos de arte Auctionet, que también informa de que en el Museo de Orsay de París se conserva una de las ménsulas. También se especifica que el marco subastado estaba en buen estado pero con "ligeras rozaduras y pequeñas grietas", así como algunas manchas en el espejo.

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El espejo diseñado por Gaudí subastado el año pasado / Foto: Auctionet

Entre 8.500 euros y 60.000 hay suficiente diferencia para que los expertos consultados consideren que el precio final "chirría", aunque aceptan que puede haber motivos que hayan subido el precio, como que formara parte del mobiliario de la Pedrera, "pero no tanto como para subir tanto el valor" y han expresado sus sospechas que haya habido una valoración por encima del precio de mercado, una posibilidad que ya ha sido rechazada por parte del Ayuntamiento de Barcelona.

¿Cómo se ha tasado el espejo de Gaudí?

Fuentes del consistorio barcelonés han explicado a elNacional.cat que el precio final de valoración se ha decidido con base en dos informes diferentes, uno elaborado por el Servei de Museus i Protecció de Bens Mobles de Generalitat de Catalunya, que atribuye un valor entre 50.000 y 75.000 euros de acuerdo con la evaluación del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y del Museu del Disseny de Barcelona, y, por otra parte, un informe emitido por la dirección de Patrimoni de l'Institut de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona que lo ha valorado en 60.000 euros, que ha sido el precio final de aceptación.

Las mismas fuentes apuntan que el informe de la Generalitat puntualiza que para establecer el valor "se han utilizado los precios de mercado nacional, que son sensiblemente inferiores a los precios de mercado internacional, dado el caso de que se trata de un bien catalogado y, por lo tanto, no exportable," añadiendo que "se desconoce cuántos espejos iguales se hicieron y si hay otros ejemplares en manos privadas, dentro o fuera del país". En todo caso, los expertos consultados por este medio aseguran que el secreto de todo ello se tiene que encontrar en el "documento de tasación" en el que tendrían que "constar las referencias de mercado utilizadas, como la relación de las casas de subasta y de piezas equiparables al mercado con las que se ha comparado." Lo que sí que parece claro es que, a falta de más detalles, hay en circulación espejos similares a un precio de mercado mucho más bajo del que el Ayuntamiento ha aceptado en esta ocasión.