La basílica de la Sagrada Familia prevé terminar este 2022 dos torres más, las de los evangelistas Lucas y Marcos, que son las que quedarán en el lado montaña del conjunto de cuatro torres, quedando pendientes para 2023 las dedicadas a los evangelistas Juan y Mateo. De momento, la más adelantada es la de san Lucas, donde ya se trabaja en su culminación, que se compone de cuatro partes que se van subiendo y montando de una en una y que finalmente formarán un conjunto de casi quince metros de altura. A mediados de octubre se subió la primera de las partes y ahora el templo ha hecho a un público un vídeo donde se ve de forma espectacular el desarrollo de los trabajos.

El pomo de encima de cada una de las cuatro torres se compone de cuatro partes, un icosaedro dorado, un libro con las iniciales de cada evangelista, la figura del tetramorfo que corresponde en cada uno de los autores del evangelio -un buey para Lucas, un león para Marcos, un hombre para Mateo y un águila para Juan- y finalmente unas alas, cada una de las cuales hace nueve metros de altura, llegando en total a los 135 metros. De momento, en la torre de san Lucas ya se ha subido y colocado el icosaedro, el primer paso para la culminación de la torre, que tiene que estar terminada en las próximas semanas.

Una vez culminadas las torres de Lucas y Marcos, la Junta Constructora prevé acabar las otras dos durante el próximo año, así como avanzar la torre de Jesús, que será la más alta de la basílica, hecho en lo que hay que añadir que ya se empieza a trabajar en la rehabilitación de la fachada del Nacimiento, la que levantó audí y es, por lo tanto, la parte más antigua del templo. Con todo, todavía quedan otras partes de la basílica pendientes de finalizar, de manera que las obras podrán alargarse hasta 2030 o quizás todavía más allá.

¿Qué queda pendiente?

Menos visible que las torres, ya se ha empezado a trabajar en la capilla de la Asunción, que se sitúa en la fachada del ábside, en la calle Provença. Las obras se iniciaron en mayo, y se prevé que tenga un cimborio de 30 metros de altura. Anexos a la capilla habrá cuatro pequeños claustros, que también están pendientes de construcción. Además, ya se trabaja en los cimientos del futuro Baptisterio, que quedará a la derecha de la fachada de la Gloria y se prevé reanudar los trabajos de las cubiertas, tanto las laterales como la de la nave central y toda la parte más espinosa, la de la fachada de Glòria, la que da a la calle Mallorca y que es conflictiva en la parte de los accesos porque podrían afectar parte de los vecinos que viven justo en frente.

La parte que se retrasará más será la de la Sacristía, ya que se ubicará en la parte que se utiliza actualmente como entrada de materiales, en la esquina de las calles Marina y Provença. Y cuando todo eso esté terminado, quedará pendiente finalizar los sótanos y los accesos, entre los cuales se prevé una entrada directa desde el Metro. En todo caso, todavía varios años de obras de los cuales la Junta constructora no se atreve a concretar fecha de finalización.