El Espai 30 de la Nau Ivanow, un equipamiento que actualmente funciona como espacio asociativo y cultural del barrio de la Sagrera, en el distrito de Sant Andreu de Barcelona, será objeto de una profunda renovación con unas obras que reformarán, ampliarán y mejorarán el uso actual de este espacio, además de retirar todo el amianto existente. Está previsto que las obras se inicien el próximo mes de agosto y se alarguen doce meses con un presupuesto total de más de 2,4 millones de euros. Como paso previo al inicio de las obras, el viernes se aprobó el Plan especial urbanístico de mejora urbana para la regulación del Espai 30.

Esta actuación permitirá regular las condiciones de edificación del complejo con el fin de consolidar su uso como espacio cultural y asociativo y se mejorará la accesibilidad y se adecuarán los edificios y los espacios a la actual normativa, mejorando el confort, la funcionalidad y las prestaciones energéticas. El conjunto edificado del Espai 30 está formado por tres naves adosadas industriales que forman parte del antiguo conjunto de la Nau Ivanow. La parcela donde se sitúa el equipamiento tiene una forma trapezoidal, y una superficie aproximada de 1.075 m². La edificación ocupa la gran parte de la parcela, dejando tres ámbitos exteriores, uno de los cuales queda protegido por una valla. El edificio se sitúa en los números 28-30 de la calle de Hondures, donde se ubicará la nueva puerta de acceso principal al Espai 30.

Las naves Guillot, Abaco e Ion hacen 11,2 metros de anchura por 29 de longitud cada una, de una sola altura principal con altillos intermedios todas ellas. Actualmente, este equipamiento está gestionado por entidades del barrio dedicadas al asociacionismo cultural y social, con el objetivo de enriquecer la vida asociativa y colectiva del territorio. La actuación consiste principalmente en la definición de los gálibos con el fin de disponer de alturas interiores suficientes para cumplir la normativa vigente. Se prevé sustituir todas las cubiertas del conjunto por la presencia de amianto y para mejorar la estanquidad y el comportamiento térmico, además de poder utilizar las nuevas cubiertas para introducir luz en los espacios superiores.

También se liberará el espacio central interior para generar una gran sala polivalente, se ubicarán nuevos accesos, y se mejorarán las prestaciones energéticas. Además, esta actuación también permitirá mantener y enfatizar el valor histórico y arquitectónico de los edificios. Los altillos serán de nueva construcción y se situarán en los extremos de las naves que limitan con el pasaje Bofarull. El acceso a la planta altillo se realizará a través de dos escaleras situadas en las naves Ion y Guillot. De esta manera, quedarán comunicados y desde cualquiera de las escaleras se podrá acceder a los espacios y locales de la planta altillo. Las naves Ion y Guillot dispondrán de accesos desde la calle Hondures a través de un espacio exterior urbanizado. En este espacio se abrirán también las dos salidas de la nave central. Además, las tres naves tendrá también un acceso desde el pasaje Bofarull.

Tres naves con un pasado industrial

Las naves del Espai 30 fueron construidas a principios de 1910. La primera de las tres naves fue la antigua fábrica de pinturas Ivanow, que más tarde se trasladó a la que hoy conocemos como Nau Ivanow. Posteriormente, y hasta el 2008 estuvo ocupada por la empresa Construccions Metàl·liques Guillot. La segunda nave era el antiguo depósito de los aceites de oliva Abaco, y la tercera, Ion, estaba dedicada a manufacturas diversas. El nombre de Espai 30 hace referencia al número 30, repetido muchas veces desde los orígenes del barrio dentro del radio de 30 pasos en torno a la iglesia de Sant Martí, como espacio sagrado y de cobijo para las personas que vivían allí.