El próximo lunes, 6 de junio, es uno de aquellos días que el calendario marca como festivo, aunque la ciudadanía no tiene muy claro ni dónde, ni exactamente por qué. La razón de todo ello reside en que se trata de una festividad ligada al ciclo religioso de Semana Santa y, por eso, la fecha no es fija, sino que varía cada año. Se trata de la Segunda Pascua, también denominada Pascua Granada o Pentecostés, y para calcular la fecha en que cae basta -es un decir- con contar 50 días a partir del Domingo de Pascua -o cosa que es equivalente, 49 jornadas después del Lunes de Pascua-.

En todo caso, si los cálculos sobre el calendario no lo acaban de aclarar, lo importante es entender que esta fiesta cae siempre en lunes, siete semanas después del día de la Mona, que este año fue el 18 de abril. Por todo ello, una cosa es segura, la segunda Pascua Granada siempre acaba cayendo entre el 11 de mayo y el 14 de junio, en función de la fecha de inicio de la Semana Santa y, una vez fijado el día no está de más contar que diez días después, es decir, el segundo jueves después del Pentecostés, llega el Corpus Christi, el día en que Barcelona se engalana con el òu com balla' y en Berga celebran la Patum y que este año será el 16 de junio.

¿Dónde es fiesta?

Si ya es lo bastante complicado explicar qué día es la fiesta, a eso hay que añadir otro elemento que puede aportar confusión. Habitualmente la Segunda Pascua tiene carácter de fiesta local, es decir, cada municipio decide si es festivo en su jurisdicción o no es. En Barcelona siempre es festivo, así como en otros 150 municipios catalanes. Pero este año, será fiesta en todo Catalunya, por lo tanto, no hay que empezar a mirar largos listados de municipios para saber donde es festivo y donde no. No es la primera vez que pasa eso, porque de unos años acá, la Segunda Pascua se ha convertido en un día comodín para compensar el hecho de que algún otro festivo caiga en domingo, como es el caso este 2022 de la Diada Nacional. Como es una fiesta de rango catalán, la Generalitat ha decidido traspasar el festivo al 6 de junio. Por cierto, la Pasqua Granada también es día festivo en Andorra y en todo el territorio de Catalunya Nord.

Eso quiere decir, de rebote, que en los municipios donde habitualmente la Segunda Pascua es festivo les sobra una fiesta local, que en el caso de Barcelona tendrá lugar el lunes 26 de septiembre, de manera que para la Mercè la capital de Catalunya gastará los dos festivos locales que decide cada ayuntamiento, ya que será festivo el sábado 24 y el lunes 26, con el domingo 25 en medio. El resto de ayuntamientos que suelen celebrar fiesta por la Segunda Pascua -entre los cuales l'Hospitalet de Llobregat, Badalona, Amposta o Mataró- también han tenido que decidir, por su cuenta, qué día hacen fiesta.

¿Por qué es fiesta?

Aclarada la ubicación en el calendario y el ámbito de celebración de la fiesta, llega el momento explicar qué se celebra exactamente durante la Segunda Pascua. El mismo nombre ya nos da una pista, porque tiene que ver con la 'primera' Pascua, y también la denominación de Pentecostés, que hace referencia al latín 'pentecoste', que quiere decir 'cincuentena'. Por lo tanto, una pascua celebrada cincuenta días después de la primera. Refrescando los conocimientos religiosos de una sociedad laica como la catalana, Pentecostés es el momento del descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos de Jesucristo, que según el Nuevo Testamento tuvo lugar cincuenta días después de la resurrección. El Espíritu Santo es, junto con Padre y el Hijo, una de las tres figuras que conforman el dogma de fe de la Santísima Trinidad, un concepto complicado pero básico de la teología cristiana.

Pentecostés (El Greco, 1597)
Pentecostés, cuadro del Greco de 1597 que ejemplariza claramente el motivo de la celebración / El Greco

En todo caso, el Espíritu Santo bajó de los cielos allí donde se encontraban reunidos los apóstoles, en forma de "lenguas como de fuego, ue se distribuían y se ponían sobre cada uno de ellos", según queda relatado en los Hechos de los Apóstoles (2,3), más o menos como lo pintó, dieciséis siglos después, El Greco en su conocido cuadro Pentecostés. El mismo relato añade: "Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en varias lenguas, tal como el Espíritu los concedía expresarse" (2,4). Es decir, que con el descenso del Espíritu Santo, los apóstoles obtuvieron el don de lenguas, una herramienta necesaria para poder difundir el mensaje de Jesús por todo el mundo. Y motivo suficiente para hacer fiesta, al menos este 2022, en toda Catalunya.