Después de que la semana pasada, pocos días antes del inicio de las Fiestas de Gràcia 2025, la Comisión de Fiestas de la calle Progrés lanzara un grito de alerta ante la posibilidad que parte de su local fuera derribado, el distrito de Gràcia ha reiterado la necesidad de demoler una construcción levantada recientemente, ya que no cumple la normativa. Hace falta tener en cuenta que el local se sitúa en un solar afectado por el Plan Metropolitano Municipal (PGM) con la previsión de crear una zona verde y la comisión de fiestas efectuó varias reparaciones con la voluntad de "poner fin a un estado de insalubridad y garantizar un espacio digno para guardar materiales, así como disponer de lavabos funcionales y adaptados para las decoradoras y asistentes", según comunicó la misma entidad a través de un comunicado.
Confrontando este posicionamiento, fuentes del distrito, consultadas por ElNacional.cat, recuerdan que sobre esta situación ya "se han mantenido varias reuniones y encuentros con la Comissió de Festes del Carrer Progrés para explicar la situación" y que la previsión actual es "celebrar un nuevo encuentro a nivel político después de la Fiesta Mayor para seguir abordando la situación". Sin embargo, las mismas fuentes apuntan que la administración pública "tiene la obligación de velar por la legalidad urbanística" y por eso recuerdan que "la nueva construcción no la cumple, ya que se sitúa sobre un suelo calificado de zona verde que no permite edificar". Por eso mismo, y ante una denuncia, "el Distrito ha inspeccionado y abierto el expediente pertinente que requiere el derribo de la construcción".
Hay que tener en cuenta que planeamiento que califica este ámbito de zona verde se aprobó en el 2022 por mayoría en el Plenario del Ayuntamiento después de un proceso participativo donde "el tejido social y asociativo y el vecindario de Gràcia pudo participar y realizar sus aportaciones", recuerdan desde el distrito. Por su parte, el comunicado de la Comissió de Festes del Carrer Progrés manifestaba una "profunda decepción y preocupación" por lo que describían como "una sombra amenazadora", que se cierne sobre el local, "el derribo inminente de una parte vital del espacio que nos permite hacer posible la Fiesta Mayor".
Asimismo, la entidad apuntaba que el distrito de Gràcia -que está bajo la responsabilidad de Laia Bonet-, "sin ninguna voluntad política y haciendo valer únicamente tecnicismos del Plan General Metropolitano, da la espalda a las comisiones de fiestas y al vecindario persistente que todavía mantiene vivo el tejido asociativo graciense", con la voluntad de derribar parcialmente el local social.