Un centenar de agentes de los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana y la Policía Portuaria se han vuelto a desplegar este martes para evitar que los vendedores ambulantes sin autorización instalen las mantas en algunos de los principales ejes turísticos de Barcelona.

El dispositivo, que el Ajuntament de Barcelona puso en marcha este lunes, se plantea como una medida que se alargará hasta cuando haga falta para evitar el top manta y que se modulará en función de los resultados, según explicó el teniente a la alcaldía de Prevenció i Seguretat, Albert Batlle. El dispositivo se extiende, aproximadamente, de las 9 y media de la mañana a las 10 de la noche, las horas de máxima afluencia de turistas. Los principales puntos son el Passeig de Gràcia, las Ramblas, la Plaza Catalunya y el Front Marítim y el objetivo, según destacó Batlle, es "erradicar" el top manta en la ciudad.

Este lunes, la presión policial evitó que los manteros se instalaran durante el día en las zonas donde normalmente lo hacían. Cuando los agentes se retiraron al finalizar el dispositivo a las 10 de la noche, una treintena de manteros volvieron a instalarse en la zona del Port Vell, sobre todo en el paseo Joan de Borbó.