La antigua sede de Telefónica en Barcelona, el llamado edificio Estel, es desde hace al menos una docena de años un esqueleto de hormigón semiabandonado en el cual, para sorpresa de unos vecinos hartos de tener en el barrio esta mole en plena degradación, de vez en cuando se hacen tareas de mantenimiento sin que acaben de arrancar las obras que tendrían que devolver el inmenso edificio a una funcionalidad que nunca tendría que haber perdido. Con todo, parece que finalmente ha llegado el momento que, esta vez sí, se desencalle el laberinto burocrático que permita reanudar las obras para que este edificio pueda volver a ser funcional.

Y es que después de años con las obras paradas e incluso con intentos de ocupación, este jueves la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha desencallado la licencia de obras para reformar integralmente el edificio de trece plantas, situado en la manzana conformada por la avenida Roma y las calles Calàbria, Viladomat y Mallorca, en el distrito del Eixample. La licencia de obras llevaba una docena de años atascada después de que, justo antes de la crisis inmobiliaria, el edificio fuera vendido a promotores privados, que después no pudieron sacar adelante varios proyectos para convertir el edificio Estel en pisos de lujo y oficinas.

edificio estrella|cometa foto Jordiferrer
El edificio Estel hace años que está en un aparente abandono / Foto: Jordiferrer

Finalmente, según recoge 'El Periódico', los actuales propietarios del inmueble, los fondos de inversión Ban Capital Credit y FREO, que lo compraron en diciembre del 2021, han llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para destinar el edificio principalmente a oficinas, el primer paso del cual será el pago por parte de los propietarios de 1,73 millones de euros por la tasa de la licencia de obras y el impuesto de construcciones, una vez el Ayuntamiento de Barcelona ha dado luz verde a toda la operación. El nuevo proyecto constructivo prevé destinar 47.000 metros cuadrados a oficinas, además de abrir cuatro locales comerciales en los bajos y en sus cinco plantas subterráneas habilitar 418 plazas de aparcamiento para coches, 303 para motos y 420 para bicicletas.

Según fuentes de los promotores citadas por 'La Vanguardia', la negociación de la licencia de obras se ha alargado cuatro meses, hasta que Ban Capital Credit y FREO han podido aportar toda la documentación exigida por el Ayuntamiento. Sin embargo, se trabaja con el objetivo de tener las obras finalizadas a finales del 2024. El edificio original fue construido a principios de los años setenta del siglo pasado, convirtiéndose en uno de los mayores del Eixample. Con la rehabilitación mantendrá su aspecto pero mejorará su integración en el entorno, se adaptará a las exigencias de sostenibilidad actual y está previsto que se abra al público el terrado como nuevo mirador sobre la ciudad de Barcelona.