La suspensión del acuerdo de hermanamiento de Barcelona con Tel Aviv, aunque también incluye la ciudad de Gaza, ha sido recibido positivamente en Palestina. Si hace unos días fue el gobierno palestino el que celebró la decisión del Ayuntamiento de Barcelona y de su alcaldesa, Ada Colau, este fin de semana ha sido la ciudad de Ramala, sede de la Autoridad Palestina, la que ha expresado su agradecimiento a la capital catalana por medio de vallas publicitarias situadas en puntos visibles de la ciudad y que identifican a Barcelona con su icono más universal, el templo de la Sagrada Familia.

Las vallas, que llevan el logotipo del municipio de Ramala, explican que la alcaldesa de Barcelona ha congelado las relaciones "con el régimen de apartheid israelí", y añade que esta decisión incluye "la cancelación del acuerdo de hermanamiento con Tel-Aviv". "Desde Palestina, ¡gracias, Barcelona"!, dice el mensaje principal del cartel. Esta es la otra cara del rechazo que ha generado en Israel la ruptura de relaciones de Barcelona con este estado y la suspensión del acuerdo de hermanamiento. Hay que recordar que palestinos e israelíes mantienen un conflicto desde el año 1948 que ha provocado varias guerras y, en la actualidad, una situación de ocupación de territorios con políticas que organismos internacionales no dudan a tildar similares al sistema de apartheid sudafricano.

Por eso mismo, el jueves pasado la autoridad palestina celebró la decisión de Colau. El Ministerio de Exteriores palestino señaló en un breve comunicado que es un paso que pone "presión sobre el gobierno fascista israelí" y reivindicó la ciudad de Barcelona como un ejemplo a seguir. En este sentido, el Ministerio pidió a otras ciudades que sigan los pasos del gobierno barcelonés para "detener todas las violaciones y crímenes contra el pueblo palestino, su tierra, hogares, propiedades, sitios sagrados y derechos". Asimismo, el gobierno palestino destacó que la suspensión de las relaciones con Israel es un primer paso para poner fin a "las medidas ilegales y unilaterales que socavan la oportunidad de conseguir la paz", y al mismo tiempo ha criticado "las políticas hostiles contrarias al derecho y a la legitimidad internacionales" con las que "violan los acuerdos firmados".

Hay que recordar que la suspensión del hermanamiento se llevará al pleno municipal del 24 de febrero a iniciativa del PSC, que quiere levantar la suspensión. Asimismo, el alcaldable de Junts per Catalunya, Xavier Trias, se ha comprometido en una carta remitida al alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, a normalizar la amistad entre las ciudades si gana las elecciones, con el fin de rehacer las relaciones. Trias ha trasladado a Huldai su profundo malestar ante la decisión de la alcaldesa, que califica de "errónea, electoralista y poco democrática". El candidato de Junts subrayó que "el espíritu que propició el hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv respondía, precisamente, a un momento histórico, en el marco del proceso de Barcelona, en que se propugnaba la paz, la estabilidad y la prosperidad económica en la región".