Ataque unánime de la oposición barcelonesa a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Después de tres noches de disturbios en el barrio de Gràcia, como consecuencia del desalojo el lunes del Banc Expropiat, los grupos municipales de CiU y Ciudadanos han exigido al equipo de gobierno y, en concreto, al tercer teniente Jaume Asens que haga de mediador porque, en palabras del concejal de C's Paco Sierra, "fue abogado de los okupas". 

La petición tiene un punto de irónica, cuando hace sólo tres días Asens fue el blanco de todas las críticas, también de la Guardia Urbana, por haber supuestamente presionado a la abogada de un agente para que no pidiera la prisión para el mantero que lo agredió. Entonces Colau defendió su tarea, alegando que fue un "malentendido", si bien ahora apuesta por que sean los vecinos quienes lleven las conversaciones. 

Pero después de destrozos que ascienden a más de 100.000 euros, decenas de heridos y una tensión que va creciendo día a día, los grupos exigen que el Ayuntamiento, que creen vinculado a estos movimientos, pueda buscar "una alternativa" que sirva como tregua o como solución del conflicto. De momento hay convocatorias cada noche hasta el sábado, y habrá que ver cómo evoluciona. 

El alquiler

"La única genialidad es dejar de pagar el alquiler", se ha quejado hoy Xavier Trias en Onda Cero, añadiendo que "me cuesta entender que no se haya hecho absolutamente nada durante este año" para resolver la situación del Banc Expropiat. "Sabían que hacer eso haría que el propietario pidiera que se echara a la gente", ha lamentado, reivindicando que el local "tenía una baja incidencia de quejas vecinales y otra integración en el barrio", y cosa por la cual el cuerpo policial ya había advertido que el desalojo sería muy conflictivo.

El hecho es que los convergentes, justo después de los incidentes de Can Vies ahora hace dos años, decidieron pagar un alquiler de 5.500 euros mensuales, que los okupas afirman que fue "en secreto", y que Colau se niega a pagar por "desorbitado". De hecho, en enero de este año la líder de los comunes decidió no renovarlo, y era cosa de poco tiempo que el juez dictara el desalojo de este espacio privado.

Con todo, para los de Ciutadans, Barcelona se ha convertido en una ciudad 'okupafriendly'. Además, para Sierra, tiene base en la "desautorización que sufre la Urbana, que genera un efecto llamada". 

oCUPats

La defensa de la actuación de los Mossos d'Esquadra por parte del consistorio ha indignado a la CUP, varios miembros de la cual han asistido a las manifestaciones, como es el caso del concejal Josep Garganté o las diputadas Mireia Vehí y Eulàlia Reguant. Durante estos días "estamos viendo una total impunidad de los Mossos", ha asegurado Maria Rovira, que ha pedido a la alcaldesa que "se pronuncie contra la violencia policial que se está ejerciendo y que se rompa con el discurso criminalizador de los movimientos sociales tanto por parte de la Generalitat como de algunas personas del Ayuntamiento".

Rechazo total al desalojo. La razón es que "es un centro de uso social, de contrapoder y libre de machismo y del sistema capitalista". Por eso Rovira ha advertido que "aquí seguiremos estando, no nos hemos movido ni una coma". "Estuvimos con el Ateneu Popular del Eixample, con Can Vies y una vez más creemos que tenemos que estar con los compañeros que han dado vida al espacio del 'Banc Expropiat', en un barrio que se está destruyendo como consecuencia del modelo y la marca Barcelona y de esta ciudad de cartón piedra de cara a los turistas", ha insistido.