La finca de Can Capellanets, un edificio en desuso y en mal estado, propiedad del Arzobispado de Barcelona y situado en el barrio de las Corts se puede convertir en un nuevo quebradero de cabeza para el ayuntamiento de la capital de Catalunya, que ve como con la recuperación post-pandemia los movimientos vecinales afloran por toda la ciudad. Si el caso más flagrante en este momento es el controvertido sistema de recogida de basura puerta a puerta en Sant Andreu, en el otro extremo de la ciudad una queja de los vecinos pide al consistorio una expropiación y anuncia movilizaciones en un conflicto que enfrenta al vecindario con la iglesia.
Estado actual de la finca / Salvem el Patrimoni de les Corts
El caso de Can Capellanets hace años que se arrastra. Se trata de una finca con un edificio y unos jardines catalogados como patrimonio protegido situado en la calle Remei esquina con Galileu y gestionado por la Fundación Sant Josep Oriol, dependiente del Arzobispado de Barcelona. La finca está al lado de una residencia de sacerdotes donde vive, entre otros, el arzobispo emérito Lluís Martínez Sistach, y muy cerca de la sede del distrito de les Corts, en la plaza Comas.
"Pérdida de elementos patrimoniales"
Desde el 2015, el arzobispado ha querido dar salida a Can Capellanets, un edificio que en su tiempo funcionó como convictorio -institución para la vida común de clérigos que se preparan para el presbiterato- y que en el futuro se podría convertir en una residencia privada para personas mayores después de descartar un proyecto de residencia para investigadores. Ahora bien, el proyecto de reforma, que el ayuntamiento podría validar dentro de poco tiempo, significa la transformación total del edificio y la destrucción de sus jardines con la construcción de un edificio anexo que superaría en altura al actual, y es aquí donde los vecinos se han visto en la necesidad de organizarse para evitar esta "pérdida de elementos patrimoniales" y frenar el proyecto.
Aglutinados en torno a la plataforma 'Salvem el Patrimonio de les Corts' y con el apoyo de otros colectivos de defensa del patrimonio, han convocado a un acto de protesta para este sábado, 19 de junio, por la tarde, con la voluntad de dar a conocer la problemática del proyecto de Can Capellanets e instar a la expropiación por parte del ayuntamiento.
"El edificio está destrozado"
"Nuestra petición es clara, pedimos que se conserve el edificio de Can Capellanets, que se restaure y vuelva al estado como estaba en el 2014 y se respeten los jardines", apuntan fuentes de la plataforma consultadas por elNacional.cat, que consideran que una fórmula viable sería la expropiación, ya que "el edificio está destrozado y la ordenanza municipal dice que si en cinco años no se hace mantenimiento, el ayuntamiento tiene la opción de expropiarlo". Efectivamente la Ordenanza de Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona prevé la posibilidad de expropiación de un elemento con protección patrimonial pasados cinco años de su deterioro por dolo o negligencia.
Ahora, los vecinos quieren evitar que Can Capellanets caiga en manos de una empresa privada que gestione una futura residencia sin respetar el patrimonio actual, aunque insisten en que no están en contra del proyecto residencial, sino que este acabe por destruir un inmueble histórico y por eso creen que es hora de "replantear el proyecto, respetando los elementos patrimoniales". De hecho, en la concentración programada para el sábado, que contará con el apoyo de colectivos de defensa de patrimonio como los de L'Alzina de Gràcia, Can Raventós de Sarrià y La Rotonda de Sant Gervasi, se propondrá en el vecindario participar en una votación para que los vecinos puedan dar su opinión, sin descartar que pueda tener usos sociales o para el barrio.
Cartel llamando a la concentración en un portal de les Corts / Jordi Palmer
La plataforma, que cuenta con el apoyo del tejido asociativo del distrito, ya se ha dirigido a Urbanismo del ayuntamiento así como a todos los grupos políticos con representación en el consistorio para hacer valer sus peticiones y demostrar que el edificio actual "se está cayendo", en especial desde que ha desaparecido buena parte de la cubierta.
Ahora la voluntad es hacer ver al equipo de gobierno encabezado por Ada Colau que todavía hay tiempo para parar lo que califican de "despropósito".
Imagen principal: Entrada principal de Can Capellanets, en la calle Remei de les Corts / Jordi Palmer