El Ayuntamiento de Barcelona limitará el riego a la "supervivencia" y solo con agua no potable, en el marco de las medidas que incluye el protocolo por situación de sequía en fase de emergencia. Según ha indicado el consistorio, se regarán 150 ámbitos con arbolado en toda la ciudad. Todos los servicios de limpieza que requieren agua se mantendrán solo con uso de agua freática y continúan sin agua las fuentes ornamentales de la ciudad. El consistorio también indica que los servicios municipales han reducido un 60% el uso de agua potable respecto de la situación de normalidad. El protocolo municipal se activará una vez se publique el decreto de la Generalitat por emergencia de sequía en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC).

La teniente de alcaldía de Urbanismo, Transición Ecológica, Servicios Urbanos y Vivienda, Laia Bonet, ha recordado que ya es el cuarto año de "sequía continuada" y ha considerado "muy grave" la situación. "Tenemos que seguir trabajando para maximizar el ahorro de agua y mejorar la eficiencia del uso del agua en la ciudad", ha añadido.

Bonet ha subrayado que Barcelona "ha hecho los deberes" tanto por el ahorro del consumo de la ciudadanía como por los mismos servicios municipales. "Tenemos que seguir trabajando todos, ciudadanía, comercios, turismo, servicios municipales y todos los sectores de la ciudad. El Ayuntamiento de Barcelona estará al lado de todo el mundo acompañador en los nuevos escenarios", ha indicado.

El decreto limita la dotación de agua en alta, es decir, la que cuenta el consumo doméstico, el comercial e industrial y el de los servicios de la ciudad, a 200 litros por habitante y día en todos los municipios afectados. Barcelona se ha situado por término medio en el 2023 en 172 litros por habitante y día, por eso, en este momento, no se prevén afectaciones vinculadas al abastecimiento de la red de agua potable de consumo de la ciudadanía, según apunta el Ayuntamiento.

A partir de ahora no se hará ningún tipo de riego con agua potable. Solo se mantendrá el riego de supervivencia allí donde se pueda hacer con agua freática, tal como marca el decreto de la Agencia Catalana del Agua. En fase de emergencia, como ya se hace actualmente, no se harán plantaciones en nuevas áreas verdes, en nuevas urbanizaciones y tampoco sustituciones de árboles.

Actualmente, el Ayuntamiento de Barcelona ya hace llegar agua freática a un total de 25 espacios verdes para el riego de supervivencia del arbolado, que se suman a todos aquellos espacios que tienen canalización de agua freática y es el riego habitual. En la fase de emergencia, se ha establecido una priorización del riego por garantizar salvar parte del arbolado que al mismo tiempo ejerce una función medioambiental y de salud muy importante con respecto a la mitigación de la contaminación, las temperaturas y como zona de confort de la ciudadanía especialmente durante los meses de verano.

A partir de ahora se regarán con agua freática 125 ámbitos más, hasta llegar a 150 espacios con riego de supervivencia con agua no potable en una primera fase. Los equipos municipales seguirán trabajando para ampliar el número de espacios donde se hace llegar esta agua.

Por otra parte, a partir de ahora no se podrán regar los huertos urbanos con agua potable. Eso puede afectar a un total de 349 huertos escolares y 190 huertos comunitarios y sociales que a partir de ahora no se podrán regar.

La limpieza urbana, en esta fase de emergencia, se mantiene con uso exclusivo de agua freática no potable para limpiar calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas y similares. El servicio de limpieza ha organizado una red de 28 camiones nodriza que alimentan de agua freática los vehículos más pequeños de limpieza con más capacidad de movilidad sobre el terreno. Estas cisternas móviles se distribuyen por diferentes puntos de la ciudad en 3 turnos de trabajo. Estos mismos puntos también alimentan los vehículos de parques y jardines que cumplen tareas de riego.

En la actual fase de emergencia también se mantendrán sin agua las fuentes ornamentales, los lagos artificiales y otros elementos de uso estético, excepto los refugios de fauna en peligro de extinción o destinados en la recuperación de las especies autóctonas que se rellenarán con agua freática.

Actualmente, los servicios municipales consumen el 5% del total de agua que se consume en la ciudad, un 26% corresponde al sector comercial e industrial y el 69% restante al consumo domiciliario. Por término medio, durante todo el año 2023 en la ciudad se han consumido 172 litros por habitante y día si nos fijamos en la dotación en alta (doméstico, comercial e industrial, servicios municipales) y 99 litros por habitante y día si nos fijamos en el consumo domiciliario, una cifra alineada con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Respecto de la situación de normalidad, el Ayuntamiento de Barcelona ha rebajado en un 60% el uso de agua potable en los servicios municipales.

El abastecimiento de agua en Barcelona tiene mayoritariamente un origen superficial proveniente de las cuencas de los ríos Ter y Llobregat para el agua potable, y del subsuelo para el agua no potable, que es el agua freática que se utiliza en determinados servicios municipales.