Para todos los barceloneses que estén hartos de los grupos de palomas que asolan la ciudad, el Ajuntament de Barcelona pone en marcha una prueba piloto para tratar de dispersar estas aves en estos espacios donde se concentran más. La prueba consiste en utilizar otras aves, concretamente halcones y águilas. Esta actuación se realiza en el barrio de las Corts, en los alrededores del Camp Nou, los Jardins de Bacardí y los de la Maternidad, y tendrá una duración de unas seis semanas. Echar las palomas con halconería es un método para dispersar de forma rápida nuevos asentamientos de palomas.

Partiendo de la base que las palomas son animales fieles en el espacio que conocen y allí es donde se instalan para comer, descansar y criar, un técnico visitará los espacios afectados y hará volar un ave rapaz para echar y disgregar los grupos de palomas. Durante dos semanas se hará una actuación intensiva diaria, desde las 8 horas hasta las 16 horas. Y en una segunda fase se hará el mantenimiento con vuelos realizados con menos frecuencia, 3 días a la semana. Según los resultados obtenidos se podrá proponer un trabajo de mantenimiento posterior.

Los técnicos especialistas, además de hacer volar a los halcones y águilas, harán una recopilación de datos de los horarios de las palomas, característicos de los grupos, presencia en abrevaderos, alimentadores, descanso, entre otros parámetros. Se ha informado a los vecinos y vecinas de la zona donde se hará esta prueba.

Reducir las comunidades de palomas

La reducción de la concentración de grupos de palomas con halconería no es la única actuación que se impulsa desde el consistorio. Se busca reducir o eliminar el alimento antropogénico, es decir, aquel alimento que las personas proporcionan a las palomas. En estos momentos también se está ejecutando una actuación en este ámbito. De forma conjunta con el Servicio de gestión de conflictos, se ha trabajado con algunas personas que alimentan a las palomas. La abundancia de alimento supone un número más elevado de crías y comporta un aumento de la población.

También se trabaja para reducir la fertilidad de las palomas. El proyecto de tratamiento con nicarbazina, pienso anticonceptivo, se inició en 2017 y se ha constatado que se tiene que aplicar conjuntamente con medidas de reducción de alimento para evitar interferencias y aumentar la eficacia del tratamiento. Y por último, también se trabaja para limitar, reducir y eliminar aquellas estructuras que facilitan el reposo de las palomas o la nidificación. Por eso, los equipos municipales identifican equipamientos y estructuras en el espacio público, donde se constata presencia de palomas, para poder instalar los sistemas disuasivos correspondientes.