Los niveles de emisiones de NO2 en las calles de Barcelona continúan una tendencia a la baja iniciada los últimos años, según se desprende de los datos del informe de Evaluación de la calidad del aire 2024 de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), dados a conocer este lunes, a las cuales se suman los datos de la evolución durante el primer semestre de 2025, con confirmación de esta tendencia a la baja, que supondría un impacto sobre la salud con una estimación global de unas seiscientas muertes anuales evitadas gracias a estas mejoras. En concreto, desde el 2024 se ha constatado una reducción de los niveles de NO2 entre el 2 y el 14 por ciento en todas las estaciones de tráfico de la ciudad que recogen estos datos.

Según la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, en la estación del Eixample se ha podido constatar esta reducción, con una media en este primer semestre del 2025 de 30 μg/m3 de NO2, eso sí, con un pico en febrero de 40, justo el tope máximo permitido según la legislación europea, pero con mejora constatable los últimos años, recordando que la media de 2024 fue de 33; la de 2023, de 35, y la de 2022, de 42. "La mejora de la calidad del aire de la ciudad es un hecho, se consolida la tendencia y es una buena noticia, pero no es gratuita ni cae del cielo, es el fruto de las políticas que llevamos a cabo y de tener claro qué modelo de ciudad queremos para Barcelona", ha defendido Bonet.

Con respecto a las políticas que se llevan a cabo para mantener esta reducción, Bonet ha destacado, entre otros e incluidas en el Plan Clima, medidas como el incremento del verde en toda la ciudad o la mejora de la red de carriles bici y la promoción del transporte público, apuntando también la tendencia a la baja de los vehículos más contaminantes, señalando que "las etiquetas ECO de los vehículos han superado las etiquetas B". De hecho, si en mayo de 2024 los vehículos con etiqueta ECO eran un 19,45%, un año después ya son un 22,4%, mientras que los vehículos con etiqueta B han pasado del 15,17% en mayo del 2024 al 13,3% del mismo mes de este 2025. Asimismo, Bonet ha señalado que en las próximas semanas habrá novedades sobre la zona de bajas emisiones (ZBE), sin concretar más.

Impacto en la salud

Por su parte, la concejala de Salud, Marta Villanueva, ha destacado el impacto en la salud de la reducción de los niveles de contaminación, que ha cifrado en un "10 por ciento menos de NO2 ", con incidencia en la reducción de muertes estimada en unas seiscientas anuales, entre las cuales ha destacado unas "cincuenta muertes menos de cáncer de pulmón". A banda, también se evitan unos "trescientos casos de asma infantil". El Ayuntamiento, asimismo, ha destacado que los límites actuales de NO2 están por debajo de los topes europeos, situados en 40 μg/m3 de NO2, con una tendencia que podrá hacer posible cumplir con la disminución de los niveles prevista por la Comisión Europea de cara a las próximas décadas.