Entre la obra arquitectónica de Antoni Gaudí es muy probable que la Torre Bellesguard no entre dentro del saco de las más conocidas, al lado de construcciones tan universales como la Sagrada Familia, la Casa Batlló o la Pedrera. Pero el hecho es que se trata de una obra primordial por varios motivos, como que se trata de su obra más catalanista, donde el arquitecto quiso hacer un ejercicio de historia en un lugar donde en el siglo XV se alzaba el Castillo de Bellesguard, una edificación medieval que fue la residencia final del rey Martín el Humano, último monarca del casal de Barcelona, o por el hecho que en esta casa particular, levantada entre 1900 y 1909, se adivinan muchas de las soluciones arquitectónicas que Gaudí utilizó en obras coetáneas como el Park Güell o posteriores.

La finca, que en 2018 pasó de ser de propiedad particular a serlo de la aseguradora Catalana Occident, celebra ahora el décimo aniversario del inicio de las visitas abiertas al público, y con este motivo, y también con vistas a participar con todos los honores en la celebración del centenario de la muerte de Gaudí en el 2026, Bellesguard presenta un auténtica avalancha de novedades que incluye la apertura a las visitas a espacios hasta ahora no visitables o desvelando nuevos descubrimientos. Y es que como indica Anna Mollet Guilera, gerente de la Torre Bellesguard -y descendiente de los antiguos propietarios- "no se tiene que dar nunca por hecho que lo sabemos todo de Gaudí".

Visitas especiales por el décimo aniversario

En este sentido, y con motivo del décimo aniversario de la apertura al público, la Torre Bellesguard ha programado dos visitas únicas durante este mes de octubre que permitirán acceder al segundo piso noble de la Torre, un espacio hasta ahora vetado al público. Los días 15 y 28 de octubre se podrá acceder a espacios nunca abiertos al gran público con una visita guiada exclusiva. Este segundo piso destaca por sus techos lobulados y también porque eran el espacio donde vivía la familia propietaria, a los descendientes del médico Lluís Guilera Molas, que adquirió la finca en 1944 para instalar un recinto sanitario que fue primero un hospital oncológico y, posteriormente, una maternidad.

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El vestíbulo de la Torre Bellesguard es un estallido de diseños modernistas de interior / Foto: Miquel Muñoz
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La sala de música, a pesar de estar inacabada, es uno de los lugares más interesantes de la Torre Bellesguard / Foto: Miquel Muñoz

De hecho, los espacios que hasta ahora no eran visitables permitirán dar una idea de conjunto del uso que se daba en el edificio, sin olvidar que se trata de una obra civil que fue habitada por una familia, más allá de los usos sanitarios. Además, con el horizonte de 2026, se trabaja en un plan ambicioso que permitirá "abrir la totalidad de salas" con ocasión del centenario de Gaudí, ya que aunque en las visitas especiales del décimo aniversario habrá nuevos lugares visitables, todavía no se podrá acceder a todos los rincones de una edificación que, en todo caso, es una fuente de sorpresas.

Gaudí, genio de la gnomónica

Además de todo aquello que se podrá visitar durante este mes, la Torre Bellesguard todavía esconde algunos detalles y en la cual se ha hecho un importante descubrimiento. El investigador Galdric Santana, actual Cátedra Gaudí, ha podido revelar la aplicación de los conocimientos gnomónicos de Antoni Gaudí, es decir, de la capacidad del genio modernista de aplicar sobre sus obras los efectos de la luz y la trayectoria solar, con un sorprendente efecto visible solo el día de Navidad a media tarde. "Entre las 16 y las 17 horas, para ser más precisos", apunta Santana, la luz solar se filtra a través del rosetón que ilumina el vestíbulo con un sorprendente juego de luces. Se trata de un efecto de alto contenido simbólico que emula el recorrido de la estrella de Navidad y que hasta ahora era "inédito en la obra civil de Gaudí".

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Efecto lumínico en el vestíbulo visible solo el día de Navidad / Foto: Carles Salillas
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Galdric Santana mostrando detalles sobre la construcción de la Torre Bellesguard / Foto: Miquel Muñoz

Hace falta tener en cuenta que este efecto lumínico -y otro que se producirá dentro de pocos días, el 30 de octubre- todavía está en fase de investigación, ya que solo se puede observar una vez al año y la sombra de los árboles ha impedido, en anteriores ocasiones, captar todo el efecto que imaginó Antoni Gaudí, pero para Santana es una muestra de como Gaudí planteó la Torre Bellesguard como una obra donde se fusionaba "la obra civil y la obra simbólica", en un espacio que, a pesar de todo, "es el gran desconocido de Gaudí". El mismo Santana se reserva otros descubrimientos con vistas a la publicación de una monografía el año 2026.

Visitas excepcionales los días 15 y 28 de octubre

Además de las visitas habituales que se ofrecen en la Torre Bellesguard, con ocasión del décimo aniversario de la apertura al público se ofrecerán dos sesiones específicas, los días 15 y 28 de octubre a las 17 horas, que comprenderán una visita guiada a cargo de Anna Mollet Guilera, copa de cava en la Sala de Maons con actuación musical de Ensemble Concertanti Barcelona i charla a cargo de Galdric Santana sobre las novedades del edificio. El precio de las entradas es de 16 euros por persona. La Torre Bellesguard está situada en la calle Bellesguard, 20, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona.