La conexión entre las dos redes tranviarias de Barcelona, el TramBaix y el TramBesòs, por la avenida Diagonal, donde solo queda por culminar el tramo entre Verdaguer y Francesc Macià, es una obra prevista por el actual gobierno municipal que, con todo, parece no tener urgencias para ejecutarla. El mismo alcalde, Jaume Collboni, anunció la semana pasada la intención de llevar en los próximos meses una propuesta de reurbanización a votación en comisión, señal que la conexión avanza, pero sin fijarse ningún plazo concreto. Ahora sin embargo, ha trascendido que la unión del tranvía será una realidad, como muy pronto, el año 2031, es decir, al final del mandato 2027-2031.
Según informaciones avanzadas por TotBarcelona y Betevé, en un encuentro entre BIMSA, la gerencia de movilidad y los grupos políticos, se ha señalado que la finalización del trazado por la Diagonal se completaría en un mínimo de seis años, es decir, con el 2031 como fecha más próxima, sin que, en todo caso, sea una fecha determinada de forma oficial. Todavía más, desde el Ayuntamiento se apunta que no hay ninguna concreción sobre el calendario y que, además, todo depende, en primer lugar, de la aprobación del proyecto, que tendría que contar con la complicidad de ERC y Barcelona en Comú, y, en segundo lugar, de la financiación, que se tiene que negociar con el Govern.
Más allá de esta falta de concreción sobre el calendario, se ha conocido otra novedad, la intención de que el tramo de la Diagonal entre el paseo de Gràcia y la Via Augusta, de poco más de 300 metros, sea compartido entre tranvía y el servicio regular de autobuses, una posibilidad hasta ahora inédita en las dos redes tranviarias existentes, donde el tranvía siempre circula por carriles segregados que el resto de vehículos solo pueden cruzar, pero nunca hasta ahora circular por encima. Además, se mantiene la previsión de situar tres estaciones, en el Cinc d'Oros y en los cruces con las calles Balmes y Casanova.
Hay que tener en cuenta que, tal como se informó en agosto del 2024, el proyecto depende principalmente de su financiación, y el primer escollo es, precisamente, que las cuentas del Ayuntamiento están prorrogadas. El mismo consistorio apuntaba en aquella ocasión que con presupuestos las obras podrían empezar este mismo 2025, cosa que no ha sucedido. Además, se prevé que una vez empiecen las obras, que incluyen la instalación de un colector, se alarguen unos 40 meses, es decir, 3 años y 4 meses, de manera si hace un año el plazo se situaba hacia 2028, ahora se suman tres años más, siempre en el mejor de los casos, y eso sin contar la fase de pruebas previa a la entrada en servicio.