Los alojamientos de la costa del área metropolitana de Barcelona están a punto de dar el pistoletazo de salida a una insólita Semana Santa marcada por la falta de turistas extranjeros. Las limitaciones de movilidad internacional, sumadas a las restricciones entre comunidades autónomas, hacen que numerosos hoteles y campings opten por mantener los negocios cerrados estos días.

"Dependemos mucho del turismo extranjero y si no nos llega estamos perdidos", apuntan los hoteleros del Maresme. En el extremo sur de la capital catalana, los alojamientos de Sitges lamentan que la falta de turistas provoca una caída de precios y hace que sólo estén abiertos el 60% de los hoteles. Con todo, se muestran optimistas y prevén superar el 70% de ocupación.

Sólo un 60% de establecimientos abiertos

Después de una tímida apertura el fin de semana pasado, la oferta hotelera de Sitges va a más con la llegada de la Semana Santa. Queda lejos, pero de las cifras previas a la pandemia. Cualquier otro año estarían abiertos casi todos los alojamientos y costaría encontrar una habitación vacía. Esta vez, la crisis sanitaria hace que haya operativos el 60% de los establecimientos. De estos, la previsión es fregar el 70% de ocupación hasta el Jueves Santo, mientras se espera que las reservas superarán el 90% el resto de la Semana Santa.

Desde el Gremio de Hostelería aseguran que afrontan estos días con una "sensación fantástica" delante la reanudación de la actividad y la respuesta que los últimos días perciben en los visitantes. Con todo, el presidente del Gremio, Oskar Stöber, reconoce que el escenario no es idílico, ya que los precios de las habitaciones están "muy por debajo" de lo que sería habitual, especialmente por la falta de movilidad internacional y entre comunidades autónomas. "Probablemente el municipio generará unos ingresos equivalentes al 40% de los que habría en una Semana Santa normal", apunta a la ACN.

hoteles cerrados crisis coronavirus barcelona - Sergi Alcazar

Un hotel de Barcelona cerrado a causa de la pandemia / Sergi Alcàzar

Pendientes del turismo extranjero

Otras zonas de la costa barcelonesa, como el Maresme, seguirán prácticamente cerradas esta Semana Santa. Los hoteleros han programado la apertura de los establecimientos para finales de mayo o principios de junio y los hay incluso que no levantarán la persiana hasta julio, según detalla el presidente del Gremio de Hostelería del Maresme, Jordi Noguera.

"Dependemos mucho del turismo extranjero y si no nos llega estamos perdidos", se lamenta Noguera. Ya en un año normal el peso del turismo nacional es muy pequeño y a duras penas llega al 15%. En este sentido, el sector está haciendo campañas para captar nuevos perfiles de clientes a los cuales todavía no se ha traducido en una respuesta clara del mercado.

También está pendiente de la apertura de fronteras y de la movilidad entre comunidad el sector de los campings. "Las reservas se centran en la gente de aquí, extranjeros no hay, no hay posibilidad de recibir estos días", explica Francesc José Caballé, presidente de la Asociación de Campings de Barcelona.

Es por eso que, como en el caso de los hoteleros del Maresme, no todos los negocios están dispuestos a abrir. "Algunos de los campings con un tanto por ciento alto de extranjeros están pensando en no abrir por Semana Santa, porque tendrían tres o cuatro días con un cierto movimiento, pero una vez pasada estarían de nuevo a cero", explica Caballé.

 

Foto principal: La playa de Sant Sebastià de Sitges / ACN