Los ciclistas de Barcelona vuelven a estar en el punto de mira. La convivencia entre peatones, vehículos de motor y bicicletas se ha puesto de nuevo en duda después de que la Guàrdia Urbana haya hecho público que estos vehículos se han visto implicados en 812 siniestros en el 2016, lo que supone un incremento de casi el 20%, una tendencia que se ha podido apreciar en toda Catalunya.

La creciente implicación de la bicicleta en los accidentes, con atropellos mortales como el de la diputada de Junts pel Sí, Muriel Casals, ahora hace un año han llevado a la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, a hacer una serie de propuestas polémicas para los colectivos y negocios de bicicletas. Algunas de las actuaciones sugeridas por Vilà son crear un seguro obligatorio a terceros, recuperar las matrículas para las bicicletas e, incluso, la desaparición de los carriles de doble sentido.

Sin embargo, ¿realmente nos encontramos ante una situación insostenible? ¿Hasta qué punto las propuestas de la Síndica son necesarias? ¿Qué medidas se reclaman al gobierno de Ada Colau?

3 ciclistas muertos

El año 2016 nos ha dejado una cifra dramática: tres ciclistas muertos en Barcelona. Todas las víctimas murieron después de un choque con un vehículo de motor y de noche, lo que muestra la fragilidad del ciclista frente el resto de conductores, especialmente en las horas de menos visibilidad.

La primera víctima, un hombre de 41 años, murió la madrugada del 25 de julio después de chocar con un camión de la limpieza en el cruce entre las calles de Floridablanca con Casanova. A esta primera muerte, se le tienen que sumar dos más: el 17 de septiembre, una joven de 23 años sufrió un choque mortal con un taxi en el Paral·lel; y antes de acabar el año, el 30 de diciembre, murió un hombre de 64 años al impactar con un coche en la Gran Via.

 

4 víctimas graves por atropellos

Cuatro ciclistas se vieron implicados en atropellos en 2016, uno de los cuales fue especialmente conocido porque supuso la muerte de la diputada de Junts pel Sí Muriel Casals.

Casals figura en la estadística como herida grave y no como víctima mortal. El motivo es que la Guàrdia Urbana sólo contabiliza a los muertos por accidentes de tráfico si la defunción se produce dentro de las 24 horas posteriores al siniestro. Este no es el caso de la que fue presidenta de Òmnium Cultural. Casals sufrió el accidente el 30 de enero y murió quince días después a causa de un traumatismo craneoencefálico.

Los atropellos con víctimas graves por parte de ciclistas también han aumentado de manera importante en sólo un año: han pasado de uno a cuatro. Ahora bien, hay que puntualizar que el dato proporcionado por la Guàrdia Urbana no señala a los responsables de los siniestros.

Tampoco se indican las responsabilidades del accidente, un dato importante si se tiene en cuenta que los peatones también pueden ser los causantes de los siniestros. Y es que es bastante habitual ver cómo algunas personas que circulan a pie hacen caso omiso de los semáforos o cruzan sin mirar. Imprudencias que pueden costar vidas.

812 accidentes en un año

Por lo que respecta a las cifras globales, los accidentes de bicicleta en Barcelona han crecido un 55,2% en sólo cinco años. En el 2011, se registraron 523 siniestros con ciclistas implicados, cifra que ha aumentado hasta llegar a 812 en el 2016. Entre 2015 y 2016, el aumento ha sido espectacular: el incremento de accidentes de bicicleta ha sido del 19,2%, uno de los peores datos interanuales desde que hay registros.

De la misma manera que los atropellos mortales, la Guardia Urbana no distingue si la responsabilidad de los siniestros recae sobre los ciclistas, otro vehículo o incluso un peatón. Sin embargo, las asociaciones de ciclistas consideran que no se puede hablar de alta siniestralidad, tal como apunta la Síndica. Consideran que 523 siniestros en relación a 160.000 desplazamientos en bicicleta -dato facilitado por el Ayuntamiento- da una ratio ínfima de accidentalidad: 3 accidentes de cada 1.000 desplazamientos.

Criminalizar la bicicleta

La asociación Amics de la Bici, una de las principales defensoras de este sistema de transporte en la capital catalana, está absolutamente en contra del informe de la Síndica, porque "señala la bicicleta y se olvida de los comportamiento incívicos de los vehículos de motor". Según esta organización, Maria Assumpció Vilà ha extraído unas conclusiones y presentado toda una serie de medidas "propias de un ciudadano desinformado en una conversación de bar" y de una persona "que no le gustan las bicicletas". Desde esta asociación, ven una clara voluntad de "criminalizar todo lo que no sea coger el coche".

Así lo ha explicado a El Nacional uno de los miembros de la asociación, Albert García, que considera que las principales propuestas presentadas por la Síndica, el seguro obligatorio y la tasa a las bicicletas, "se alejan de las políticas de discriminación positiva" realizadas por la mayoría de países europeos, como Alemania o los Países Bajos.

Los ciclistas, contra el informe: "Es propio de un ciudadano desinformado en un conversación de bar"

Este diario también se ha puesto en contacto con la portavoz de la Asociación Bicitours de Barcelona, Ester Boada, que en la misma línea que García, recrimina a la Síndica que pretenda implementar medidas "para desincentivar la bicicleta". Esta organización agrupa empresas dedicadas al alquiler y a la organización de rutas en bicicleta y, por lo tanto, es un destacado grupo de presión del sector en la capital catalana.

Desde la Sindicatura de Barcelona defienden el sentido de las acciones propuestas. La Síndica de Greuges, Maria Assumpció Vilà, ha asegurado a El Nacional que, "en ningún momento", su informe ha pretendido señalar al colectivo ciclista, sino que su intención ha sido proponer actuaciones en vista a los usuarios que tienen un comportamiento incívico. Sostiene que las cifras de siniestralidad de 2016, que califica de "preocupantes", justifican el informe.

El seguro obligatorio, sin sentido

De entre las medidas propuestas por la Síndica, dos han molestado especialmente a los colectivos de ciclistas: la exigencia de un seguro obligatorio y la restricción de los carriles bici de doble sentido.

Los defensores de la bicicleta representados en Amics de la Bici consideran que es "absurdo" exigir un seguro obligatorio a los ciclistas porque, según apuntan, casi todos los usuarios de bicicleta ya están asegurados desde el punto de vista de la responsabilidad civil. "Desde los usuarios de Bicing, pasando por los federados, o incluso los que tienen un seguro de hogar o una hipoteca... todos ya estamos protegidos", comenta Albert García.

Amigos de la Bici, sobre el seguro: "Desde los usuarios de Bicing hasta los que tienen una hipoteca... todos ya estamos protegidos"

Desde la Asociación Bicitours de Barcelona rehúsan el seguro obligatorio para bicicletas por un motivo de peso. Por una parte, tal como apunta su portavoz, "no tiene ningún sentido". La Síndica no tendría que exigir el seguro a los ciclistas porque estos tendrían que ser considerados como los peatones. "Si quieren un seguro para los ciclistas, que se exija uno para todas las personas, a título individual". Boada hace referencia al modelo implementado en los Países Bajos, donde todas las personas mayores de edad deben tener contratado un seguro de responsabilidad civil.

Un ciclista se aproxima a dos peatones que cruzan en un paso de cebra en Girona-Consell de Cent / Sergi Alcàzar

¿Ampliar o limitar los carriles?

Otra de las propuestas polémicas de la Síndica ha sido la restricción de los carriles bici de doble sentido, ante la confusión de muchos peatones que se encuentran con que tienen que mirar a izquierda y derecha antes de cruzar, en calles de un único sentido.

Lo que la Síndica no ha tenido en cuenta, según los colectivos detractores del informe, es que si los peatones no cruzaran cuando su semáforo está en rojo, no existiría la necesidad de mirar a ambos lados. ¿La razón? Los semáforos de las bicicletas van sincronizados con las de los coches. Respecto este discurso, la Síndica tiene algo que decir: "De la misma manera que hay peatones que cruzan en rojo, también hay ciclistas que lo hacen" y, en este escenario, hay que proteger especialmente los intereses de los más susceptibles en hacerse daño. "El peatón es la persona más débil y se tiene que proteger", comenta Vilà.

Vilà: "De la misma manera que hay peatones que cruzan en rojo, también hay ciclistas que lo hacen"

En vez de propuestas restrictivas, desde Amics de la Bici se propone una normativa simplificada que permita la convivencia de vehículos de motor, peatones y bicicletas. Con respecto a las actuaciones clave, piden que haya carriles bici en ambos sentidos de la marcha en el Eixample y en las calles limitados a 50 kilómetros por hora.

Las peticiones en Colau

Con todo, colectivos y Síndica piden que Colau emprenda medidas de inmediato. La principal reclamación que hacen desde el colectivo Amics de la Bici es combatir la mala señalización de los carriles bici, una petición que -en este caso- también recopilación la Síndica de Greuges.

Los defensores de la bicicleta reclaman al ejecutivo liderado por Ada Colau que la solucione ambigüedad de algunos semáforos ámbar que se han colocado en las vías reservadas para bicicletas. El problema es que las señales luminosas no indican si los ciclistas pueden cruzar la intersección o sólo girar a la derecha. "Es muy peligroso. Podría provocar accidentes", lamenta García. Por su parte, la Síndica pide que se inicie de inmediato una reeducación de los ciudadanos en materia de seguridad vial para que "todos, peatones y ciclistas, respeten las normas".