Josep Bou, el showman que ha fichado el PP como candidato a la alcaldía de Barcelona, protagonizó un "minuto de oro" memorable para cerrar su participación en el debate electoral de TV3. Memorable por ridículo, anacrónico y "casposillo", pero también por hilarante. Y es que si una cosa le podemos reconocer al bombero Bou es su capacidad para el humor, incluso sin quererlo. Su estilo desfasado y atropellado es, en sí mismo, una caricatura. Eso, añadido a su nostalgia por épocas pasadas, como quedó demostrado en el documento de afiliación a un partido de ultraderecha o cuando pide desfiles militares diarios en Barcelona, le convierten en un hit con patas.

Josep Bou viva España Debat TV3

TV3

El mejor ejemplo de la capacidad de Bou para hacer que nos tronchemos de risa (y a menudo de asco) tuvo lugar en las postrimerías del debate. Lo que se conoce como el minuto de oro, en el que los candidatos intentan, algunos desesperadamente, convencer a los potenciales votantes. Josep tenía un arma secreta, muy secreta: La piedra filosofal, pero a la inversa. Es decir, que convirtió "el oro" de su intervención en plomo. Lo más adecuado para un partido que se hunde cada día más. Después de 2 horas largas de intervenciones en catalán, el panadero de Vic exprimía el encuentro electoral para dirigirse al público... en castellano. Un castellano "para hacérselo mirar", por cierto. Hizo exactamente lo contrario que el candidato de su partido a las europeas, Esteban González Pons, durante el debate en la misma TV3. "Los barceloneses están sufriendo, nos quieren separar, bla bla bla". Sólo era el aperitivo de la traca final.

Debate TV3

TV3

Y qué traca. Tenemos que votar a Bou porque él nos traerá "una Barcelona libre de populismos, de separatismos, libre de manteros, de narcotráficos (sic) y libre de okupas". Ok. ¿Qué más? "Quiero una Barcelona con alquiler social, con movilidad y sosteniblidad, con turismo, empresas y trabajadores". ¿Ha dicho "trabajadores", verdad? Debe ser que la política le ha alejado definitivamente de la realidad. ¿Y bien, Josep? ¿Alguna cosa más? "¡Y el busto del rey en el salón, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona!" Eeeepa! ¡Por fin alguien habla de las verdaderas preocupaciones del barceloneses! ¡Fe-li-pe! ¡Fe-li-pe! Pero callen, que todavía queda lo mejor: "¡Por una Barcelona de todos y para todos! Visca Barcelona, Visca Catalunya... (pausa dramática y mueca de facha recalcitrante) ¡Viva España"!.

¡Viva, viva! Ya lo tienes, Josep. Quizás consigues los peores resultados de la historia del PP en Barcelona, pero al menos siempre podrás presumir con tus compañeros de dominó de haber sido uno de los "valientes" en gritar un vivaspaña en TV3, la cueva de los indepes. Eso sí, vigila con el ímpetu, que por poco se te escapa el brazo derecho para saludar a tu grupo de "demócratas" de Fuerza Nueva. "La cabra (o el Bou, en este caso) siempre tira al monte"