Lituania se convirtió en el primer país de la República Soviética en abandonar la URSS en 1990 y desde entonces ha experimentado una rápida modernización. Por supuesto, hay muchas reliquias del período soviético, como búnkeres y museos, pero encontrarás otras muchas cosas tan atractivas como inesperadas.

Desde la capital hasta maravillas naturales, desde una sorprendente cantidad de museos extravagantes como el Museo de la Apicultura y el Museo del Dinero hasta varios lugares que son Patrimonio de la Humanidad, hay mucho que disfrutar en Lituania, y sin hacer grandes distancias, gracias a su pequeño y manejable tamaño.

Aquí te proponemos un pequeño muestrario de cosas que hacer para que pienses muy mucho la posibilidad de hacer un próximo viaje a Lituania.

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Casco antiguo de Vilnius

Patrimonio de la Humanidad, Vilnius es conocida por ser una de las mejores ciudades medievales de Europa gracias a sus edificios increíblemente bien conservados, y presenta una deliciosa combinación de arquitecturas de estilo gótico, renacentista y neoclásico, más los oscuros edificios brutalistas de los soviéticos. Basta cruzar el río Neris desde el casco antiguo para encontrar uno de los ejemplos más famosos de arquitectura modernista socialista: el Palacio de Conciertos y Deportes, un enorme edificio en forma de ola.

Castillo de Trakai

A 27 kilómetros al oeste de Vilnius, se encuentra la ciudad histórica de Trakai, uno de los destinos turísticos más populares de Lituania. Fundada en el siglo XIV, la ciudad se ha convertido en un símbolo de la variada historia de Lituania con varias culturas que se mudaron a la región. El atractivo principal es el hermoso castillo medieval que se encuentra en una de las 21 islas del lago Galvė. En Trakai, encontrarás el riquísimo Kibinai, un pastel tradicional.

Vista aérea de Trakai / Unsplash
Vista aérea de Trakai / Unsplash

Klaipeda

En la costa báltica, está la increíble ciudad de Klaipeda. En el centro, hay un hermoso distrito histórico con edificios influenciados por los estilos arquitectónicos alemán y escandinavo. También hay algunos ejemplos fantásticos de arquitectura soviética, y en las playas del norte puedes ver estructuras defensivas de la Segunda Guerra Mundial. Al sur de la ciudad, encontrarás el precioso Curonian Spit, una duna de arena de 98 kilómetros que se extiende hasta Kaliningrado y crea la Curonian Lagoon.

Colina de las Cruces de Siauliai

Estéticamente dudosa pero inquietantemente atractiva, esta pequeña colina está repleta de más de 200.000 cruces, estatuas de la Virgen María y varias otras efigies. Nadie está completamente seguro de cómo surgió, pero las cruces comenzaron a aparecer durante la década de 1830. Durante la ocupación soviética, el sitio se volvió un símbolo de esperanza y una forma de conectarse con la cultura que los soviéticos se esforzaron por eliminar.

Kernave

Popularmente conocida como la Troya de Lituania, Kernave fue su capital medieval. Es el hogar de uno de los asentamientos antiguos más importantes de Lituania. Frente al serpenteante río Neris, la Reserva Cultural de Kernave es Patrimonio de la Humanidad. Hay cuatro montículos del antiguo castillo y los restos de una ciudad medieval, y un museo. El pueblo reconstruido con cabañas de madera es una excelente manera de viajar en el tiempo al pasado.

Kaunas

La segunda ciudad más grande de Lituania, fue fundada en el siglo X y aún hoy se pueden admirar monumentos de la época medieval. Durante el período de entreguerras, Kaunas fue la capital de Lituania. Fue entonces cuando la ciudad se desarrolló y levantó la mayoría de los edificios importantes, así como las casas construidas en estilo modernista. Vibrante y fresca, aquí encontrarás los dos únicos funiculares de Lituania y murales sorprendentes por toda la ciudad.