Josep Mª Mainat siempre ha tenido la sana costumbre de no quedarse callado y alzar la voz, especialmente, defendiendo aquello en lo que él cree, su país, su lengua. El productor televisivo y ex miembro de La Trinca, ha llorado y sigue llorando la muerte reciente de su inseparable Toni Cruz, que perdió la vida hace unos meses por culpa de un maldito tumor cerebral. Poco a poco mira a acostumbrarse a no tener a su lado a su amigo del alma, pero mientras tanto, continúa muy activo en redes, donde deja constancia de lo que pasa a su alrededor y donde sigue defendiendo a capa y espada nuestra lengua, especialmente, ante algunos personajes de las españas que tienen como objetivo hundir todo lo que tenga que ver con Cataluña y el catalán.

Esta semana hemos asistido alucinados a lo que ha pasado en Vic, que se ha convertido en el primer ayuntamiento de Cataluña condenado por exigir un nivel de catalán considerado desproporcionado para acceder a una plaza de trabajo en el consistorio. El municipio, gobernado por Junts, había pedido un nivel B2 de catalán para optar a una plaza de operario de cementerio y mantenimiento, pero ahora el Juzgado Contencioso Administrativo número 15 de Barcelona ha declarado nulas las bases del concurso público y ha ordenado al Ayuntamiento que rebaje el requisito al nivel A2, es decir, el nivel básico. ¿Qué considera el juez? Que la elevación del requisito al nivel B2 "genera una barrera de acceso con efecto excluyente para las personas que no pueden acreditar este nivel", añadiendo que esto constituye una "discriminación directa por razón de lengua". Una sentencia avanzada por El Mundo, a la cual tuvo acceso El Nacional, que subraya que el puesto es eminentemente manual, sin ninguna necesidad de interacción lingüística compleja.

El alcalde Albert Castells ha mostrado su indignación por esta sentencia y la ha considerado una pieza más de la ofensiva judicial contra el catalán y de la represión política. “No nos dejaremos intimidar”. En La Competència de RAC1 han metido baza. Como siempre, de manera brillante, usando el maravilloso personaje de 'Jep Cabestany', a quien da vida el gran Òscar Dalmau. Un personaje de derechas, por ser suaves, que con la música de fondo de Perry Mason, recreó el juicio por esta cuestión: "España contra el pueblo de Vich. Con la 'tenia', 'señorita'. Míreme a la cara, señor alcalde. ¿No es menos cierto que ustedes, en el no muy bucólico municipio de Vich, obligan a los recién llegados a hablar su lengua vernácula, el catalino, y además, con la excusa de que es una tradición catalana, les conminan a meterse un fuet por el culo?". Uno de los que han aplaudido, celebrado y reído a carcajadas con ellos ha sido Mainat, que deja caer una frase lapidaria: "Me meo... Lástima que se parece peligrosamente a la realidad".
Me meo... Lástima que se parece peligrosamente a la realidad https://t.co/iJVmxp8KLa
— Josep M. Mainat (@MainatJM) October 19, 2025
...Tiene toda la razón. Llegará un día en que los buenos de los Òscars reproduzcan alguna situación sobre la persecución de España al catalán, y se quedarán cortos: la ficción se quedará lejos de la realidad, lamentablemente, tal como vaticina Mainat.