Mediaset y Telecinco son la puerta de entrada al mercado español de muchos personajes y artistas italianos que se dedican al mundo del espectáculo. Presentadores, concursantes de reality, profesores, polemistas, de todo un poco. Hay quien triunfa y quien no, evidentemente. Incluso los que viven un momento de gloria muy tramposo. Ellos pensaban que era para siempre, pero la realidad es que estaban sentenciados. Y a la primera de cambio, la tragedia. Usar y tirar. Cuando han hecho su trabajo, hale, a buscarse la vida, fuera. No todos resisten bien el golpe, evidentemente. Y después está Valerio Pino, que es un caso aparte.

Hace 10 meses Valerio, guapo oficial de la cadena amiga gracias a su paso por 'Supermodelo', pero desaparecido en combate sin más información al respecto, nos dejaba de piedra con sus declaraciones en 'Jaleos'. "Si no te acuestas con el director del programa no trabajas en TV", sostenía. Aquello provocó un terremoto en Telecinco, se tenía que aclarar... o hurgar en el tema, depende. Y 'Sálvame' lo entrevistaba poco después en plató. Pino è tornato. Como el turrón. Pero el hombre que aparecía en pantalla era cualquier cosa menos lo que recordábamos de él. Pelo largo y rizado indomable, barba de aspecto dejado, gesto de nerviosismo constante, llantos, drama. Sus problemas profesionales no eran lo único que lo estaba destrozando: también había perdido a su perrita, descubría que su padre no era en realidad su padre y lo habían estafado con una casa. Aparte de su exnovio estrangulador en la cárcel, claro. Normal que se abandonara, pobre.

Valerio Pino @valeriopino official
Valerio Pino antes... @valeriopino_official
pinot pelo t5
Valerio Pino después / Telecinco

En aquella reaparición, Pino matizó que eso de tener que encamarse con los jefes de la tele era en Italia, muy lejos. Por si acaso. "Es horrible, si no tienes alguien detrás no sales, allí no puedo decirlo, hace 10 años que no salgo en la TV italiana. Solo salgo en las revistas". Y argumentaba que su nuevo look era producto de su necesidad de esconderse de la vida, de desaparecer, de la decepción. Sólo le quedaba su negocio, una escuela de danza en Italia. Su salvavidas. No ha servido de nada. Valerio Pino se hunde sin remedio: ha tenido que cerrarla, arruinado y en el paro. Por la pandemia y por un parásito al que le pagaba todos los lujos: "Mi exnovio me ha costado 100.000€".

Pino vuelve a hablar para Jaleos y nos actualiza su complicada actualidad vital. Y nada, que no hay manera que levante cabeza. Según explica ha perdido absolutamente todo, pero es que además "tengo dos abogados que pagar, dos juicios pendientes en Italia. Primero por la herencia de mi padre y segundo por la casa de Roma. Mi familia me ayuda un poco, pero... es que si yo me hubiera controlado en el pasado, por ejemplo con mi ex, hoy tendría unos ahorros. Y no los tengo. Cuando estás enamorado no ves nada, no entiendes nada, pierdes la lucidez, te dejas llevar por los sentimientos". Relojes, viajes, "casas", dice... Estiró los 100.000, el ex. En cambio para Valerio volaron. Ahora quiere ser "el de antes", con proyectos como "mi página web, he escrito un programa para la televisión y probar suerte en el mundo de la interpretación, ser actor". Sólo le podemos desear suerte... y que ande con ojo.

Qué historia la de Valerio. Ni los guionistas más rebuscados. Busca desesperadamente un final feliz a su película.