'Perroxanxé' lo ha vuelto a hacer. España tiene un parado más, qué desastre. Bueno, más de uno, pero de toda la plantilla de la tele de ultraderecha 7NN que se acaba de quedar sin trabajo, hay un nombre que sobresale por encima del resto: el de Toni Cantó. Era la crónica de una muerte anunciada; el proyecto mediático de extrema derecha financiado con la pasta de Marcos De Quinto se empezó a tambalear hace 15 días de manera oficial. No la veían ni los fachas y decidieron empezar a recoger cable y reducir pérdidas. También a delimitar su alcance a la mínima expresión: salieron del circuito de la TDT, centrándose en una única demarcación: Madrid. La hemorragia, sin embargo, era tan bestial que solo había una solución. La más radical. A hacer puñetas.

De Quinto y Cantó son dos nombres ligados a las siglas de Ciudadanos y al extremismo ultranacionalista más abyecto. Marcos, multimillonario que hizo de paracaidista en la política por ego y entretenimiento, abandonó el Titánic naranja poco tiempo antes que Toni, que se resistía a aceptar un nuevo fracaso y a constatar su leyenda negra de verdugo empedernido. El exvicepresidente de Coca Cola y amigo de Girauta acababa reclutado por Risto Mejide, pero la aventura televisiva acababa como la del propio Juan Carlos: con pique en directo y salida de mala manera. Mientras tanto, su compi valenciano buscaba como salir de casa Arrimadas colocadete: hizo bingo enl PP, pero Ayuso, que no lo quería, lo tuvo que colocar en la nueva 'Oficina del Español'. Un chiringuito con la magna de misión de proteger al castellano de sus enemigos externos, pero condenado a la ignominia por vagos y sin criterio. La singladura acababa en ridículo y huida por patas, pero solo cuando tenía ligada la siguiente mamandurria. Una tele.

Marcos de Quinto Europa Press
Marcos De Quinto / Europa Press

Toni Cantó, de hacer el ridículo en la política a hacerlo en un late night infumable

Un canal en el que Cantó volvía a los brazos de De Quinto, que inyectaba millones de euros para crear la tele ultra de referencia. Como si su ideología no estuviera bastante representada con Ana Rosas, Terradillos y compañía, pero vaya. Se tenía que intentar. Que 7NN era una propuesta de calidad del inframundo lo sabían incluso sus mismos trabajadores, pero con el show 'Con Toni', el late de Toni Cantó, se rompió el molde. Imposible provocar vergüenza ajena en cantidades más exageradas con un programa de "televisión", con comillas infinitas. Toni haciendo humor facha, sobreactuado, pasado de vueltas, insoportable y acompañado por otro enterrador mediático: Albert Castillón. Recuerden que Susanna Griso se sacó de encima al speaker de la mani de Colón por pasarse de españolista radical. Qué podría salir mal, ¿verdad?

Toni Cantó y Albert Castillón 7NN
Toni Cantó y Albert Castillón / 7NN

La tele ultra 7NN no aguanta más y cierra el chiringuito

La zozobra en 7NN no afectó en un primer momento a Toni Cantó, niño mimado de la dirección del ente. Pero según revela El HuffPost, la charada ha acabado. Y lo que era una supuesta fiesta ultra ha acabado en funeral. El 31 de marzo, adiós. Cierran el chiringuito. Han despilfarrado millones de euros en un viaje hacia el abismo: 5 kilos y medio en un año, 350.000€ al mes e ingresos inexistentes. Una ruina. De Quinto tiene pasta, pero no se ha hecho rico regalándola. Total, que Toni suma una nueva víctima a su currículum:  su carrera como actor, UPyD, Cs, Oficina del Español y 7NN. Que pase el siguiente.

Toni Cantó monólogo 7nn
Toni Cantó / 7NN

De 'Con Toni' pasamos a 'Sin Toni' y 'Sin Curro'.  Veremos si ríe tanto haciendo cola para cobrar el paro, seguro que lo pide. Es experto en chupar de la ubre pública... y de la privada.