La vida de Ana Aznar Botella dio un giro inesperado cuando aún estaba en plena adolescencia. Con solo 15 años, en mayo de 1996, su padre, José María Aznar, asumió la presidencia del Gobierno español. A partir de entonces, ella y el resto de la familia se trasladaron a la Moncloa, y Ana pasó a convertirse, casi de un día para otro, en una figura reconocida en todo el país. Su carácter reservado hizo que viviera aquella exposición pública con mucha prudencia. Aun así, cinco años más tarde volvió a ocupar titulares tras celebrar una de las bodas más mediáticas de la época, antes de marcharse a Londres para continuar su formación y alejarse por completo del foco mediático.

Ana Aznar Botella
Ana Aznar Botella

Ahora, a los 44 años, su vida transcurre en Roma, donde reside con su marido, Alejandro Agag, y sus hijos. En la capital italiana ha construido una sólida carrera académica y profesional, y aunque vive fuera desde hace más de dos décadas, mantiene una estrecha relación con su familia. De hecho, el pasado 30 de octubre regresó a Madrid para acompañar a su padre en la presentación de su libro Orden y Libertad, un acto en el que se dejó ver junto a Agag, con quien atraviesa una etapa especialmente estable.

Nacida el 26 de septiembre de 1981, Ana es la segunda de los tres hijos del expresidente y de Ana Botella. A lo largo de los años, ha mostrado un fuerte vínculo con sus hermanos, José María y Alonso, y siempre se ha referido a sus padres con afecto y gratitud. En una entrevista reciente, confesó sentirse afortunada por haber crecido en un entorno lleno de apoyo, disciplina y valores que han guiado su vida adulta.

La vida de rica de Ana Aznar Botella gracias a sus padres 

Su boda con Alejandro Agag, celebrada el 5 de septiembre de 2002 en el Monasterio de El Escorial, continúa siendo recordada como uno de los eventos sociales más llamativos de principios de siglo, con más de mil invitados y una lista repleta de personalidades de primer orden. Tras el matrimonio, ambos se instalaron en Londres, donde Ana completó su formación en Psicología y Agag orientó su carrera hacia el ámbito empresarial tras dejar la política.

El éxito profesional de Agag llegó de la mano del mundo del motor, impulsando proyectos como la Fórmula E, mientras que Ana se centró en la docencia universitaria y la investigación. Su trabajo la ha llevado a impartir clases en instituciones de Reino Unido e Italia, especializándose en desarrollo infantil y vínculos familiares. En los últimos años, ha lanzado su plataforma RecParenting, un espacio en el que ofrece recursos, talleres y acompañamiento a padres que buscan herramientas fiables para criar niños emocionalmente sanos y preparados para el futuro. “Que bien se vive siendo niña de papá”, le escriben en redes, siempre acribillada.