La baronesa Carmen Cervera, conocida como Tita Thyssen, no solo ha sido protagonista por los acuerdos que mantienen su valiosa colección artística en España, sino también por el refugio de lujo que ha convertido en su cuartel general: su majestuosa casa en La Moraleja, una exclusiva zona de Madrid con propiedades que superan los 10 millones de euros. Más allá de ser un simple hogar, esta mansión se ha erigido como un emblema de su poder, estilo y riqueza cultural.
En este espacio de dos mil metros cuadrados, rodeados por más de 35.000 de terreno, Tita no solo ha construido un hogar, sino una fortaleza donde se mezclan la intimidad familiar con los grandes movimientos estratégicos que han marcado su vida pública. Fue allí, precisamente, donde se cerró el acuerdo histórico que asegura que el Mata Mua de Gauguin y otras 426 piezas de arte permanezcan en territorio español.
La Moraleja, el paraíso dorado de los famosos y millonarios
Hablar de La Moraleja es hablar del epicentro del lujo residencial en España. Esta urbanización, situada en el municipio de Alcobendas, encarna, para muchos, el corazón del lujo residencial en España. Este conjunto urbano, situado en Alcobendas, se ha convertido en un enclave donde conviven figuras de alto calibre: magnates, celebridades y aristócratas. Que nombres como Sergio Ramos, Ana Obregón, Amaia Salamanca, Rosauro Varo y Vinícius Júnior figuren entre sus residentes privilegiados no es casualidad: cada uno ha asentado allí su refugio, consolidando una comunidad marcada por la exclusividad y el perfil distinguido que define a la urbanización.
La Moraleja, concebida como una ciudad-jardín, se ha convertido en el enclave más codiciado para quienes buscan serenidad, naturaleza y, sobre todo, una seguridad extraordinaria. Esta urbanización de Alcobendas despliega un sistema de vigilancia que combina cámaras, lectura de matrículas y un equipo de seguridad privada que controla las entradas 24/7. Colegios internacionales, clubes de golf, un club de tenis de élite y la famosa Plaza de La Moraleja, completan el retrato de este enclave dorado. Allí, la vida cotidiana se mezcla con la opulencia y la discreción de un vecindario que parece vivir en una realidad paralela.
El estilo único de Tita Thyssen en su mansión de lujo
Cuando Tita adquirió junto a Heini Thyssen la mansión en 1989, el barón dudaba de cómo encajar en esas paredes sus muebles y pinturas de época que iban a traer del castillo inglés de Daylesford. Pero ella lo tuvo claro: “Haré una casa intemporal estilo tailandés”, confesó en exclusiva a la revista ‘¡HOLA!’ Y lo cumplió. La residencia se llenó de toques exóticos, piezas artísticas y una decoración marcada por el sello personal de la baronesa.
Desde entonces, aquel palacio privado ha sido testigo de encuentros de alto nivel, fiestas aristocráticas con invitados de la talla del rey emérito Juan Carlos I y secretos familiares que se han mantenido a puerta cerrada. No es solo una casa, es un escenario de arte y poder que continúa alimentando la leyenda de la baronesa. Ahora bien, más allá del lujo evidente, la casa de Tita Thyssen en La Moraleja tiene un valor simbólico: representa el punto de encuentro entre la aristocracia internacional, la política cultural española y el mundo del arte. Fue allí donde se negoció que obras maestras permanecieran en España, blindando así el legado Thyssen para las futuras generaciones.