Hace poco, Mariló Montero ha vivido dos momentos que le han alegrado la vida. Uno, el más reciente, cuando hace pocos días se proclamó ganadora de la última edición de Masterchef Celebrity, en una reñida final con el exfutbolista Miguel Torres, y donde se lo ha pasado pipa con otros concursantes como el gran Torito o José Manuel Parada.

El otro, semanas atrás, cuando vio a su hijo en el día más bonito de su vida, casándose con la mujer que ama: "Quiero —y necesito— dar las gracias. Gracias al amor. Al amor que se profesan dos bellísimas personas: mi nuerita, Blanca Llandres, y mi hijo, Alberto. He visto, con los ojos del corazón de una madre, el amor encarnado en las lágrimas de mi hijo emocionado, esperando en el altar la llegada de su esposa… y de su futuro hijo".


Una boda muy diferente a la que ella misma tuvo. ¿Con Carlos Herrera? No. Con un africano. Lo ha explicado, justamente, con otra amiga que ha hecho en el talent culinario de TVE, otra concursante como Valeria Ros. Una confesión poco sabida, sobre todo los detalles, sobre la presentadora española. "Es verdad que ahora mismo estoy casada con un africano", ha dicho en el show de la humorista vasca. Una boda que llegó sin comerlo ni beberlo y sin que ella fuera consciente. Fue en un viaje que hizo Montero a África hace unos años, y en medio de una excursión en coche para ir viendo la fauna de la zona, "entre bicho y bicho, me bajé del coche, una auténtica suicida… El conductor me dijo que si quería bajar, me llevaría a un lugar más tranquilo".

Llegaron a la zona tranquila que decía el conductor, que de repente, empezó a trenzar unas ramitas y a hacer una pulserita, que le puso en la muñeca a la presentadora, una pulsera que tenía un significado mucho más importante de lo que creía ella, que tenía una implicación mucho más gorda. "Estábamos haciendo unos recorridos por la selva y nos estaban enseñando las plantas que utilizaban para limpiarse los dientes, para cocinar… Hizo un entrelazado con una serie de plantas, que era fortísimo, imposible de romper, y me lo puso en la muñeca", dijo hace tiempo en el programa de Bertín Osborne. Pasaron los días, el viaje se fue acabando, y días después, en el momento de marcharse, "nos íbamos al aeropuerto y él seguía corriendo detrás. Paró la camioneta, abrió la puerta, me bajó, me puso entre sus brazos y me dio un morreo, una cosa... Me volvió loca". Un beso en la boca inesperado y la sorpresa fue aún mayor cuando él le explicó que desde el momento en que le puso la pulsera, eran marido y mujer: "Me casé sin darme cuenta con él en plena sabana".
Un matrimonio inesperado de una mujer que desde que se separó de Carlos Herrera tras 20 años de relación, divorciándose en 2011, no ha dado muchas pistas sobre su situación sentimental o las parejas que haya tenido o dejado de tener. "Si en estos años Mariló ha tenido o no pareja, es algo que se desconoce", dicen en Lecturas.