Shakira, Milan y Sasha siguen adaptándose a su nueva vida en Miami. El día 2 de abril abandonaron Barcelona y pusieron rumbo al otro lado del charco, donde se encuentran desde hace más de un mes y medio. Los jóvenes ya van a su nueva escuela, mientras Shakira ya ha empezado a tejer su red de contactos y cuadrar su agenda en esta nueva etapa.

La colombiana quiere dejar todo lo atrás que pueda su vida en la ciudad condal. Y aunque no puede librarse del todo de Gerard Piqué, al ser el padre de sus hijos, sí está rompiendo con todo lo que ‘huele’ a España.

Shakira prescinde de sus abogados en Barcelona

Tanto es así que, según confirma La Vanguardia, la cantante de Barranquilla ha roto relaciones con los abogados que llevaron el proceso de separación de Piqué. La artista ha prescindido de los servicios del bufete de Pilar Mañé y los ha cambiado por un abogado estadounidense. Shakira no ha tenido en cuenta el esfuerzo del despacho que consiguió unas condiciones muy favorables para ella en la separación de Piqué y ha optado por un letrado que tendrá más a mano.

Shakira Milan Sasha GTRES
Shakira, Milan y Sasha GTRES

Algunos pensarán que ya está todo decidido en dicha separación, sobre todo en lo que tiene que ver con la custodia de Milan y Sasha, pero nada más lejos de la realidad. Y los nuevos acuerdos que se avecinan son los que tendrá que cerrar el nuevo abogado de Shakira.

Shakira buscará condiciones todavía más beneficiosas en las próximas negociaciones

En este sentido, aunque actualmente los acuerdos recogen que Piqué puede tener a los pequeños durante la mitad de las vacaciones de verano. Sin embargo, el pacto se cerró cuando todavía no se conocía el calendario escolar del nuevo colegio de Milan y Sasha. Y dichas vacaciones empiezan más tarde de lo que se pensaban. Por lo tanto, tendrán que establecer las nuevas bases.

Unas negociaciones en las que Shakira quiere reducir al máximo el tiempo que los pequeños pasarán con su padre (y con Clara Chía). Ha pagado un buen dinero al nuevo bufete para que consigan su objetivo. Un cheque en blanco para que hagan realidad sus deseos tanto en las reuniones inminentes para definir el nuevo calendario de verano como en las que tendrán lugar más adelante para pactar otros aspectos.