Hablar de la vida después de la muerte siempre ha sido un tema rodeado de misterio, creencias religiosas y especulación filosófica. Sin embargo, cuando son médicos y científicos los que ponen el tema sobre la mesa, el debate adquiere un carácter aún más perturbador, ya que aporta una perspectiva clínica y la evidencia empírica aportan un marco distinto al de la especulación y la subjetividad.

El Dr. Manuel Sans, cirujano y profesor en la Universidad de Barcelona, ha dedicado años a investigar lo que ocurre cuando el corazón deja de latir y, sorprendentemente, asegura que muchos de sus pacientes “no querían volver” tras haber vivido una experiencia cercana a la muerte. Su encuentro con Bruce Grayson, psiquiatra de la Universidad de Virginia y uno de los mayores expertos en este fenómeno, dio lugar a una entrevista en su canal de YouTube que está encendiendo las redes y que podría cambiar la forma en que entendemos la muerte clínica.

Testimonios de pacientes que “volvieron de la muerte”

Según el doctor Sans, numerosos pacientes que habían sido declarados clínicamente muertos por traumatismos, hemorragias graves o complicaciones quirúrgicas, regresaron con relatos tan vívidos que estremecen incluso a los más escépticos. Desde flotar fuera del cuerpo y observar a los médicos durante la reanimación, hasta describir conversaciones ocurridas a kilómetros de distancia, los relatos coinciden en un mismo patrón: la conciencia sigue activa aun cuando el cerebro deja de funcionar. Lo inquietante es que no se trata de simples sueños o alucinaciones. En estudios realizados con resonancias magnéticas, pacientes que describían objetos vistos únicamente durante su experiencia extracorporal activaban áreas cerebrales ligadas a la visión, confirmando que aquello había sido vivido con una claridad aterradora.

“Ellos no querían volver”: la verdad detrás del “más allá”

Uno de los puntos más importantes revelados por Sans es que la gran mayoría de los pacientes no deseaban volver a la vida terrenal. Relataban haber sentido una paz indescriptible, armonía y amor absoluto, al punto de considerar la reanimación médica como un “error” que los devolvió a un mundo lleno de dolor y limitaciones. Algunos, sin embargo, afirmaron haber pedido regresar para reparar errores cometidos o para cuidar de sus seres queridos, pero lo cierto es que muchos confesaron haber cruzado una especie de frontera de la que solo unos pocos logran volver. Y en casos más estremecedores, un reducido porcentaje relató experiencias aterradoras, a las que los médicos llaman “experiencias cercanas a la muerte diabólicas”, donde predominan el miedo y la angustia.

Manuel Sans

El debate entre ciencia y espiritualidad se intensifica. Sans y Grayson coinciden en que el cerebro podría no ser el productor de la mente, sino un mero transmisor de algo mucho mayor, un campo de conciencia que trasciende el espacio y el tiempo. Aquí entra en juego la física cuántica, que plantea que todo en el universo es energía, una explicación que parece ajustarse mejor a los relatos de quienes regresaron de la muerte.

El seguimiento a estos pacientes reveló un patrón inquietante: tras regresar, muchos pierden el miedo a la muerte, se vuelven más espirituales y cambian su escala de valores. La obsesión por lo material desaparece y en su lugar aparecen la empatía, la bondad y el altruismo. Lo que para unos es un “milagro”, para otros representa la confirmación de que la muerte no es el final, sino el inicio de algo que la ciencia apenas comienza a explorar.