Este 2025 será recordado por los fans de Aitana como el año en que su ídola abrió de par en par las puertas de su corazón y se desnudó de toda la presión, prejuicios y exigencias de su carrera musical. Metamorfosis ha sido la palabra idónea para poner nombre a esta etapa profesional. Empezando, en primer lugar, por su documental con Netflix en el que pudimos conocer absolutamente todos los secretos que la rodeaban de la industria musical. Cómo era su día a día, entendimos su ritmo de vida frenético, vivimos de primera mano su relación con Sebastián Yatra, su ruptura que poco después se vio reflejada en el proceso de creación de su nuevo álbum en Miami. Seguidamente, Aitana volvió a brillar con Metamorfosis Season, tres espectáculos basados en toda su trayectoria musical que llenaron el Estadi Olímpic de Montjuïc y el Riyadh Air Metropolitano. Todo esto ha marcado un antes y un después en su vida, pero para llegar al arcoíris, tuvo que pasar por una tormenta.

Durante este año, Aitana también ha hablado abiertamente de los problemas de salud mental que ha ido sufriendo a lo largo de 2024, como, por ejemplo, la depresión o también la hipocondría. La artista lo empezó a explicar una vez ya estaba en tratamiento y ya estaba empezando a ver la luz al final del túnel. Con la publicación de su cuarto disco Cuarto Azul aún entendíamos más algunos detalles de su vida privada y también de esta mala época que había vivido unos meses antes. La artista siempre ha mencionado que el proceso de creación de este disco fue muy intenso y, después de anunciarse que ha sido nominada a dos Latin Grammy, Aitana ha querido recordar aquellos meses en Miami y nos ha compartido un vídeo del 18 de octubre de 2024, justo unos días antes de volver a Madrid, una situación que le generaba bastante angustia. Así lo explicaba ella mientras se grababa en forma de dietario: "El miércoles ya nos vamos, cinco días para que se termine esto, (...) para que se termine esta cuarentena increíble que me ha hecho crecer mucho y ser muy feliz, y tener momentos mucho más tristes que no había pasado porque me daba miedo pasar. Me he permitido explorar todos esos pequeños rincones de mi alma, mi corazón y mis emociones en estos dos meses fuera de casa encontrándome a mí"

En el vídeo la podemos ver a ella de forma muy natural. Sin maquillar ni peinar, vestida con una camiseta enorme, muy cómoda, con gafas y con cara de haberse pasado horas encerrada haciendo canciones: "Me han ido pasando cosas como para ir escribiendo. Es que es muy fuerte que haya estado metida en el estudio tantos días seguidos, ha sido demasiado terapéutico, curativo, una superconexión con lo que me apasiona hacer, con la música" De hecho, se puede ver claramente en su rostro que estaba muy a gusto en Miami y que ya había formado una rutina de chica anónima que necesitaba: "En realidad me da pena irme, me da pena, pero me apetece enfrentarme a cosas, a más cosas, no tenerles miedo y crecer, y vivir, y ver qué me depara el futuro, la vida. Siento que estoy haciendo un disco demasiado... de verdad", explicaba con las lágrimas en los ojos. Un momento que cobra más sentido que nunca después de haber escuchado todas las canciones de su disco.
Por otro lado, en este vídeo también se puede ver y sentir la angustia que tenía por volver al ritmo frenético de artista en Madrid: "Yo creo que mi cuerpo está sabiendo que se vienen cambios, esto de estar dos meses sin que me maquillen, sin que me peinen, sin ponerme producción, focos, no sé qué... Eso ha sido muy guay también, por eso digo, ha sido como mi cuarentena de emociones, de crecimiento. Nada, tengo ganas también de volver a casa, aunque es increíble, porque también me he sentido aquí cómo en casa". El vídeo de Aitana relata esta tormenta antes de que saliera el sol y la viéramos brillar con Cuarto Azul y los dos estadios que llenó.