Para los catalanes es un orgullo tener una maravilla como la Patum de Berga. Y para sus vecinos, ya se lo pueden imaginar. Una de las fiestas tradicionales y populares más nuestras y emblemáticas, que se celebra en la capital de la comarca del Berguedà durante la festividad de Corpus. Estos días están teniendo fiesta grande en Berga, con diferentes representaciones en la calle y con la participación ciudadana, de las que es característica la presencia de fuego, y la pirotecnia. Declarada por la Generalitat de Catalunya Fiesta patrimonial de interés nacional desde 1983, y desde el 2005, 'Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad' por la UNESCO.
De entre todo lo que se celebra estos días, especial mención al salto de Plens, el espectáculo mayor de la Patum, donde se representan diablos y llevan petardos (látigos) encima, repartidos en cuernos y cola, que reciben su nombre al hecho de que van llenos de fuego. Vestidos de color verde y rojo, llevan una careta y van recubiertos de vidalba. Documentados desde 1628, desde finales del siglo XIX saltan al ritmo de una música enardecedora y actualmente salen 400 plens en la plaza de Sant Pere, repartidos en cuatro saltos diferentes, dos el jueves de Corpus por la noche e igualmente el domingo después. ¿Y quien ha participado del salto de Plens de este año? Ni más ni menos que alguien que se quiere, y mucho, a la Patum, el ex secretario general de Junts, Jordi Sànchez.
En el año 2017 también estuvo. Un año después, sin embargo, no. Se lo impidieron los elementos represores y la justicia española, encerrándolo, privándole injustamente de libertad e impidiendo que pudiera estar con toda la gente de Berga. Desde la prisión de Soto del Real, Sànchez se dirigió precisamente a la Patum con una carta conmovedora, donde decía cosas como "este año haré Patum desde la prisión. Este año no podrá ser. El Tribunal Supremo, el juez Llarena, no me deja reincidir como Ple. Os puedo asegurar que de espíritu estaré. No dejaré de acompañaros desde el pensamiento durante las noches de Patum. Reviviré desde la celda 110 del módulo 8 de Soto del Real el último salto de Plens del 2017, el momento más intenso y emotivo de todas las fiestas populares que he vivido".
Cuatro años después, finalmente, Sànchez ha podido sentir el calor del fuego y el calor y la emoción de la gente, no desde la distancia, sino in situ. Porque Sànchez ha podido volver a vibrar y emocionarse desde dentro, desde la Patum. Pasada la pandemia, y ya en libertad, el ex secretario general de Junts ha vuelto a hacer un salto de Plens que no olvidará en su vida. Este es el momento que le ponen la careta y la vidalba por encima:
Sànchez, con la emoción a flor de piel, saltó en el segundo salto de Plens y después se incorporó al grupo de siete personas que cargan la Guita Xita en los Tirabols. Lo dio todo en una fiesta que lo tuvo en la plaza de Sant Pere hasta las cuatro y media de la madrugada durante el segundo día de la Patum. Estuvo bien acompañado de gente que le quiere y de amigos como su acompañante en el salto de Plens, Tristany, una de las almas del grupo de la Guita Xica. Hay que decir que en esta tradición el acompañante es clave, porque el que va de Plens no ve nada de nada y el acompañante es quien enciende el fuego que llevan y los ayuda a girar.
Sànchez fue a dormir muy tarde. Habrá dormido muy poco. Pero vale la pena. Hacía cinco años que no se emocionaba tanto en una fiesta que para él es especial. Una Patum, por cierto, donde también estuvo Josep Rull participando también en el salt de Plens. Una cita obligada y emocionante que ahora ningú juez español podrá impedir que celebren cada año.