Jordi Évole pasaba por el plató de La Sexta Noche, en una de sus primeras entrevistas después de anunciar que deja Salvados para afrontar nuevos proyectos y ceder al testigo a Fernando González, Gonzo, que será el presentador a partir de la próxima temporada. El de Cornellà aprovechó para repasar algunas anécdotas de estos once años al frente del programa, además de analizar la actualidad del panorama político una vez pasadas las elecciones del 28-A. Estos dos elementos de la conversación con Iñaki López confluyeron cuando Évole desmontaba las mentiras del líder de VOX, Santiago Abascal, que públicamente se había vanagloriado de rechazar las invitaciones del programa, incluso diciendo "que no insista, no me deja mi madre". También había dicho que en Salvados son "mamporreros del poder" y que harían bien en llevar a Arnaldo Otegi como invitado, entre otras perlas. Évole, sin embargo, ha confesado todo el contrario: "Curioso. Hace años era él el que reclamaba salir en Salvados"

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evole la sexta noche

Atresmedia

Évole desmentía así a Abascal, que ha dicho "no" al programa en tres ocasiones, ya que según la política de comunicación de VOX sólo aceptaban entrevistas en directo por el miedo a que los "mamporreros" manipulara su ya de por sí incendiario discurso. Una política que también practicaron con otros programas, como el Chester de Risto Mejide, que ha ido detrás de Abascal durante mucho tiempo, obteniendo siempre una negativa. Lo que esconde esta estrategia, sin embargo, es un claro miedo a debatir con otras formaciones y quedar (todavía más) en evidencia. El catalán también tenía una curiosa petición para el de la extrema derecha: Que deje de utilizar su muletilla preferida como insulto contra sus adversarios.

abascal muñeco @santi abascal

@santi_abascal

"Sin querer Vox ha hecho un gran favor a la democracia", añadía Évole, que considera que VOX ha movilizado al electorado de izquierda. También ha recordado que en 2015 Abascal quiso formar parte del debate que el programa organizó con dos políticos emergentes de la época: Albert Rivera y Pablo Iglesias, pero el programa los descartó per ser una fuerza residual. Años después, el excluido ha buscado vengarse de Salvados, pero las mentiras, como dicen en castellano, tienen "las patas muy cortas". Su relación no la salva ni uno buen "¡Viva España!".